Por Nacho Palou — 10 de Octubre de 2017

Signos orograficos progressive punctuation

En BBC Mundo, El exclarrogativo y otros signos de puntuación que resultaron un fracaso,

La "casi-cita" fue el primer signo de puntuación creado en el siglo XX. Apareció a principios de los años 40 y se escribía colocando el signo comillas, luego se retrocedía un carácter (en máquina de escribir) y se escribía un guion sobre las comillas.

La casi-cita era utilizada cuando una cita original era muy larga o muy confusa para reproducirla por completo.

Funcionaba como una indicación de que el texto original había sido parafraseado en esa publicación.

La comunidad de fanzines la mantuvo firmemente durante décadas, convirtiéndola en el primer signo del siglo.

Los signos ortográficos auxiliares se utilizaban para añadir contexto o expresión a una palabra o texto escrito. Del mismo modo que actualmente se usan los emojis. Aunque a diferencia de los emojis —que son muy susceptibles a la libre interpretación (como sucede con el emoji de la berenjena)— el uso de los signos auxiliares estaba perfectamente establecido y definido.

También con los signos ortográficos —en lugar de los emojis— el texto no parece escrito por un preadolescente, aunque (para bien o para mal, no está claro) cada vez más gente hace uso de emojis en entornos “profesionales”.

En el listado de la RAE Signos auxiliares se recopilan algunos signos auxiliares y cuál es su significado o aplicación, a pesar de que hoy en día hay muchos que ya no se utilizan, que no se ven habitualmente o que se han adaptado para darles otros usos — incluso meramente decortativos.

En Jot Down también dedicaron unas líneas a la muerte de un signo ortográfico,

Estamos exterminando los signos ortográficos. Y hay algo todavía peor: somos reincidentes. No es la primera vez que nuestra inercia destructiva acaba con estos tesoros. En el desierto de imagen, vídeo, GIF, streaming y quién sabe cuántas demoníacas plataformas más, este pequeño oasis gráfico amenaza con secarse. Pronto contaremos con un emoticono para cada emoción. Incluso contaremos con un emoticono para bailar sobre la tumba en la que enterramos las comillas, otro para ciscarnos en los corchetes. Nosotros, los de entonces, no sé si seremos los mismos, pero sí sé que recordaremos a nuestras profesoras de nombre antediluviano explicando la diferencia entre el punto final y el punto y seguido.

La iniciativa Progressive Punctuation aboga por la recuperación de esos símbolos perdidos. En su caso de la lengua inglesa, aunque serían más o menos aplicables en cualquier idioma: después de todo la ironía, el sarcasmo, la retórica o la duda son expresiones universales.

En Creative Bloq, These lost type symbols need to make a comeback

Se podría argumentar que si una persona quiere transmitir determinados sentimientos en un texto entonces para ello debería hacer uso de las palabras y no de la puntuación. Pero a todos nos ha pasado que un mensaje de texto o un correo electrónico ha sido completamente malinterpretado al leerse de manera distinta a la que se escribió. Además, los signos ortográficos resultan más profesionales que los emojis.

Aunque la iniciativa de Progressive Punctuation es entrañable tiene pocas posibilidades de llegar a ningún lado. No sólo por la dificultad de popularizar su utilización, sino porque casi ninguno existe ni en las tipografías ni en los teclados actuales. También porque ya fueron un fracaso en el pasado y el intento tiene muchas menos posibilidades hoy que tedrían que competir con los emojis. Tratar de revivir algo que la evolución se ha llevado ya por delante puede no ser una buena idea, tal y como aprendimos con Parque Jurásico.

Certitude vs obelo

Este símbolo sirve como ejemplo de otra dificultad añadida para adoptar estos signos, la diferencia de significado entre idiomas: el signo de arriba que Progressive Punctuation llama “certitude” (certeza) se describe como la “marca que indica al lector que el escritor tiene la absoluta certeza sobre lo que escribe.”

Sin embargo ese signo es muy parecido al óbelo, lemnisco, falsa cruz o símbolo de la cruz (†) que en la antigüedad se utilizaba en castellano para todo lo contrario, “para marcar los pasajes que se sospechaba que estaban corrompidos o que eran falsos”. Para liarla más ese símbolo hoy se utiliza en todo caso (e incorrectamente) para indicar una fecha de fallecimiento.

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