A raíz de la previsión de que en 2025 comenzará a reducirse el uso de combustibles fósiles para electricidad en favor de las energía renovables, recordé este vídeo del año pasado de It's Okay To Be Smart, When Will We Stop Using Oil?, referente a eso de que «se acaba el petróleo» que tanto hemos escuchado desde pequeños,
En el Siglo XVII había en EE UU 830 millones de acres de bosques vírgenes, pero tras algunos siglos usando la madera como combustible esa superficie se redujo hasta los 138 millones. En algún punto del Siglo XIX se alcanzó el pico de consumo máximo de madera y su uso como combustible comenzó a reducirse en favor del carbón. De forma parecida, en 1846 gracias a la popularidad de las lámparas de aceite las ballenas estuvieron al borde de la extinción, pero el descubrimiento del queroseno destilado del entonces creciente suministro de petróleo salvó a las ballenas.
Nuestro problema de adicción a la energía nos lleva a reemplazar un combustible por otro de forma sucesiva. Así, es razonable pensar que el petróleo no se terminará debido a la llegada de las renovables. Aunque con los niveles de CO2 en ascenso «tal vez esperar a alcanzar el pico del petróleo no sea una opción.»