Por @Alvy — 18 de Abril de 2024

Los cómics de F/OSS sobre los orígenes de la cultura hacker, los lenguajes y sus personajes

No conocía los Cómics de F/OSS, que están dedicados al software libre y abierto en desde diferentes puntos de vista (FOSS = Free and Open Source Software). Son obra de Joone Hur y se publican desde 2018, a un ritmo lento pero seguro. De momento hay 8 entregas:

Los cómics están muy centrados en personajes, que van desde los orígenes con Babbage y Lovelace a Thomson y Ritchie. Así que sirve como documento histórico tanto por las diversas historias que cuenta como para conocer un poco más a sus protagonistas.

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Por @Alvy — 15 de Abril de 2024

El maletín para transportar 368 TB cuando moverlos por internet resultaría demasiado lento

Este curioso maletín de WD llamado Ultrastar Transporter es una auténtica bestia pero con estilo en la que se pueden transportar 368 TB de datos en unidades SSD de una tacada. Te cabe media internet, por lo menos. Dicen que es ideal para esas situaciones en las que mover tantos datos a través de internet no resulta posible o sería demasiado lento.

El Ultrastar Transporter se puede alojar a su vez en un maletín estándar perfectamente acolchado y protegido, muy al estilo del maletín nuclear. Además, es bastante autónomo: incluye un servidor Ice Lake con todos los SSD y dos puertos 200 GbE, su fuente de alimentación, etcétera. Y seguro que cabe en el reducido espacio de equipaje de cabina del avión, puede que hasta de Ryanair. Hay una versión algo más grande del mismo maletín pero con ruedas y todo.

Ya vimos en su día que las palomas mensajeras eran capaces de transferir datos más rápido que las conexiones tradicionales (hasta unas 5.000 millas) porque aquello de transferir terabytes y terabytes no es tan ágil como copiar archivos a pelo. Eso era válido para 3 pendrives de 1 TB, lo cual entraría dentro del peso que puede transportar una paloma. Pero claro, ya no sería el caso para este chisme, que debe pesar algunos kilitos… Aunque quizá si en vez de palomas fueran golondrinas… Eso sí, ¿europeas o africanas? En fin, habría que hacer los cálculos… Tal vez entre dos golondrinas, sujetando el asa del maletín con sus patas… Hmmm…

(Vía Tom’s Hardware.)

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Tarjetas microSD de 4 TB de SanDiskBonus: Y ya que estamos a lo grande, el anuncio de las Tarjetas microSD de 4 TB de SanDisk, en formato SDUC (Secure Digital Ultra Capacity) que en el futuro podrían llegar hasta 128 TB. Esta de 4 TB, el tamaño de un disco duro grandecito de hoy en día, no se venderá hasta 2025.

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Por @Alvy — 12 de Abril de 2024

La nostálgica camiseta de Wired con el logotipo de Apple sufriendo un camino de penitencia

Hacía mucho que no recomendábamos por aquí una camiseta interesante, y justamente me he cruzado con la Camiseta de la portada del Wired de junio de 1997, aquella maravilla de fondo blanco que mostraba el logo de Apple con una corona de espinas y una sola palabra: Pray («reza»). La venden en Nostalgia-ultra.com. [Nota: ojo con la tienda que a mi aunque me parece legal no me ha terminado de funcionar bien.]

El artículo principal hablaba de lo mal que estaba Apple en aquella época, a punto de ser expulsada del mercado y acabar fatal. El CEO de la compañía era por entonces Gil Amelio (si no te suena, no te extrañe; el hombre hizo lo que pudo). Lo reemplazaría Steve Jobs justo un mes después, en julio de 1997. Apple era por aquel entonces una compañía principalmente de hardware aunque coqueteaba con todo y se había metido en proyectos bizarros como el Newton, tal vez un poco a destiempo.

El artículo de Wired enumeraba 101 sugerencias del equipo de redacción para salvar a Apple. Vistas a toro pasado, ni siquiera muchas de aquellas ideas tenían sentido. Incluían traer de vuelta a John Sculley como CEO (en vez de a Steve Jobs), convertirse en una entidad sin ánimo de lucro (!) o mejorar la velocidad de los procesadores.

Quien salvaría a Apple sería entonces un caballero blanco inesperado: Bill Gates, que puso 150 millones de dólares de Microsoft para evitar la bancarrota de Apple a cambio de algunas licencias y patentes y de incluir Internet Explorer como navegador por defecto en el Mac OS de la época. Este movimiento tenía mucho que ver con que no acusaran a Microsoft de monopolio, la apariencia más sana de varias plataformas para desarrollar y a que Microsoft también se sacaba un dinerillo vendiendo sus aplicaciones para Macintosh.

Desde luego fue una época sumamente delicada para Apple y aquel un momento mítico (yo tuve la suerte de ver la famosa presentación de Steve Jobs dando la bienvenida a Bill Gates en la Macworld Expo de Boston de 1998 en persona, con los ¡buuuuuu! incluidos). La por entonces ya muy popular Wired se marcó un punto anticipando el declive tecnológico y los movimientos en la compañía ya en mayo* y todo el mundo pudo ponerse las pilas. Nostálgicamente recordable, como bien deja ver la camiseta.

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* Al revés que en España, en Estados Unidos las revistas se retiran del quiosco cuando el mes en curso es el que marca la portada. Por eso los ejemplares de «junio», por ejemplo, llegan a los quioscos a principios de mayo y pasan todo el mes allí hasta que el 1 de junio se retiran cuando llega la revista marcada como «julio».

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Por @Wicho — 3 de Abril de 2024

Foto de producto de los altavoces y el subwoofer
Los Pebble X Plus – Creative

Desde hace unos años he tenido la oportunidad de poner a prueba sucesivas generaciones de los altavoces de sobremesa Pebble de Creative. Cada una que he ido probando se ha convertido en los que uso en mi mesa de trabajo. Y los Pebble X Plus van a seguir con la tradición.

Los Creative Pebble X Plus son unos altavoces 2.1, lo que quiere decir que tienen dos altavoces –izquierdo y derecho– y una unidad dedicada para los graves, también conocida como subwoofer.

El izquierdo y el derecho tienen forma esférica, aunque la parte inferior es plana para que no se marchen rodando, y tienen un corte inclinado 45° en el que se aloja el transductor de 2,75 pulgadas. Miden 139,2×136,5×131,8 mm y pesan 575 gramos cada uno. El subwoofer, con radiadores pasivos duales, mide 156×156,4×158,5 mm y pesa 1,7 kilos.

Como es habitual en los Pebble, el altavoz derecho es el que tiene todos los conectores y los mandos. Lo une al izquierdo un cable de 1,2 metros, cable que no se puede cambiar. O al menos no sin cargarte la garantía. Es un cable más corto que el de los Pebble Pro que estaba usando, que mide 1,8 metros. Y puede ser escaso de cara a colocarlos sobre tu mesa de trabajo. Yo, por ejemplo, tengo mi portátil sobre un soporte elevado y al lado un monitor Cinema Display de Apple de 24". Y el cable de los X Plus no me da para pasarlo por detrás del soporte y del monitor; me he visto obligado a pasarlo por debajo del soporte y por delante de la pata del monitor. También complica un poco las cosas si tienes que mover los altavoces, ya que hay que moverlos unidos entre sí y por el cable.

Siguiendo con el altavoz derecho, aparte del transductor, en el frontal tiene el mando de volumen, que también sirve para encender y apagar; un botón de selección de entrada; otro para el control de la iluminación; y un LED que indica qué fuente de entrada está en uso. En el lado inferior derecho tiene conectores para auriculares y micrófono (de cuatro y tres polos respectivamente) por si quieres usar cualquiera de esos dispositivos y por lo que sea los conectores correspondientes del ordenador no te quedan a mano. Y en la parte inferior trasera un conector USB-C para conectarlo al dispositivo con el que vayas a utilizarlo; un conector USB-C PD para alimentarlos; y un conector de entrada estéreo de 3,5 mm.

En la caja vienen dos cables USB-C a USB-C de 1,5 metros y un cable con conectores estéreo macho de 3,5 mm de 1,2 metros. Pero nada te impide sustituirlos por otros más largos si así lo necesitas.

De la parte trasera inferior sale también el cable que lo conecta al otro altavoz y el que lo conecta al subfwoofer, que tampoco se puede cambiar, aunque afortunadamente no va unido permanentemente a él sino que lleva un conector RCA en su extremo. Pero este caso mide 1,8 metros, lo que ha sido más que suficiente para poder colocarlo debajo de mi mesa sin problemas. Eso sí, el que el cable del subwoofer esté integrado en el altavoz derecho quiere decir que no puedes comprar unos Pebble X y luego convertirlos en X Plus comprándolo aparte.

Loa altavoces tienen una rosca de trípode en la parte inferior que puedes utilizar para montarlos sobre algún soporte si así lo deseas; no así el subwoofer, que tiene que ir apoyado directamente en el suelo o sobre tu mesa.

Además de a través del conector USB o del de 3,5 mm los Pebble X Plus también soportan Bluetooth 5.3 con perfil A2DP (Advanced Audio Distribution Profile), lo que básicamente quiere decir que los puedes conectar de forma inalámbrica a prácticamente cualquier dispositivo. El codec que usa es el SBC, que utiliza compresión con pérdida. Pero para el nivel de estos altavoces es más que suficiente.

Que cómo suenan, caballero

Aunque con esto no quiero decir que no suenen bien; todo lo contrario. Los X Plus son, con diferencia, los mejores Pebble que he probado. No sólo el subwoofer hace que los bajos suenen fuertes y con cuerpo; las mejoras en los traductores de los altavoces también se notan en el resto de la gama de frecuencias. En esto deben ayudar las funciones de la Acoustic Engine de Creative que incorporan como Surround, Crystalizer, Bass, Smart Volume y Dialog+ cuyos parámetros puedes trastear desde Windows.

La respuesta de frecuencia va, por si quieres saberlo, de los 45 a los 20.000 hercios. Eso recorta un poco por abajo la gama que se supone que podemos escuchar y que teóricamente empieza en los 20 Hz, aunque yo, personalmente, no he encontrado que eso sea un problema. En cualquier caso es un punto de corte habitual para un subwoofer de esta gama. Los Pebble X, por ejemplo, empiezan en los 60 Hz.

Pero aparte de sonar bien, también alcanzan un volumen más que suficiente para tenerlos como altavoces de sobremesa. Yo los he usado alimentados a través de uno de los puertos USB de mi ordenador, lo que les permite dar hasta 15W RMS con picos de 30W, y ni de lejos los puedo usar a tope de volumen sin que me parezca exagerado. Pero si los conectas a un alimentador con PD de al menos 30W –no incluido– los límites son entonces de 30 y 60 W respectivamente. Que ya casi te da para montar una fiesta en el despacho.

Mi mayor pega, aparte de lo del cable corto entre los dos altavoces, es que los Pebble –es de familia– «hablan» cuando los enciendes en modo Bluetooth para decirte que están en modo emparejamiento. Y es algo que no se puede desactivar. Lo que, según en qué entornos, puede ser inapropiado.

Y una función a la que nunca le he encontrado uso es lo de las luces. Si has leído con atención recordarás que ahí arriba he escrito acerca de un botón que controla la iluminación. Y es que los X Plus tienen una serie de ledes en los laterales de los altavoces que van cambiando de color e intensidad según varios modos de funcionamiento, a saber Chasers; Aurora; Peak Meter, que son como una especie de vumetros; Glowing, Wave; y Cycle. Aunque afortunadamente también se pueden apagar. Pero para gustos, colores y tal. Las luces se pueden personalizar usando Windows, Android e iOS. Las puedes ver en acción en este vídeo:

Con un precio de 140 euros los X Plus son, con diferencia, los más caros de la familia. Pero para la calidad de sonido que ofrecen me parecen más que recomendables. Como decía al principio, se han convertido en mis altavoces de uso diario en el trabajo. Si buscas unos altavoces para usar con el ordenador, dales una oportunidad.

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