Por @Wicho — 9 de Mayo de 2012

Tal y como están las cosas en la NASA pasarán muchos años antes de que esta agencia vuelva a tener una nave tripulada propia, pero precisamente esto hace que unas cuantas empresas privadas estén trabajando en el desarrollo de sus propias naves tan rápido como pueden.

No es una tarea sencilla, pero en los últimos días se han publicado unas cuantas imágenes de algunas de las pruebas que se están haciendo con ellas, así que aprovecho para darles un pequeño repaso.

Prueba de los paracaídas de la CST-100 de Boeing

The Bluest Sky es una foto de la cápsula CST-100 de Boeing y Bigelow Aerospace tras ser soltada desde 10.000 pies (unos 3.000 metros) para probar su sistema de paracaídas y los airbags que terminan de absorber el impacto al llegar al suelo; es la segunda prueba de este tipo que se hace con ella.

La CST-100 es una cápsula con capacidad para colocar hasta 7 tripulantes en órbita terrestre baja, con lo que serviría para llegar a la Estación Espacial Internacional o los hoteles espaciales planeados por Bigelow Aerospace.

Está diseñada para ser lanzada por un Atlas V, un Delta IV, o un Falcon 9, y para poder permanecer en órbita hasta siete meses y ser reutilizada hasta diez veces.

Modelo de la Drean Chaser para el túnel de viento - NASA EDGE/Ron Beard

Dream Chaser es la foto de un modelo para pruebas en el túnel de viento de la cápsula con el mismo nombre que está siendo desarrollada por SpaceDev, acoplado a un modelo de su lanzador Atlas V.

La Dream Chaser está pensada también para colocar a 7 personas en órbita baja terrestre, aunque a diferencia de la CST-100 volverá a tierra planeando, igual que un transbordador espacial.

Es también reutilizable, aunque en lugar de usar losetas como los transbordadores tiene un escudo térmico que se cambia tras cada misión.

Dragon con siete personas - SpaceX

La tercera foto es SpaceX Completes Crew Accommodations Milestone, en la que la NASA anuncia que la cápsula DragonRider de SpaceX ha pasado las pruebas para demostrar que su diseño permite acomodar sin problemas a siete tripulantes.

De las tres, parece que SpaceX es la que lleva ventaja, pues ya ha realizado un lanzamiento con éxito de la Dragon de carga y está a punto de hacer otro, previsto para el 19 de mayo, ya con la intención de que la Dragon C2 se acople con la Estación Espacial Internacional.

Es, además, la que parece más ambiciosa en su diseño, pues el escudo térmico de la DragonRider está diseñado desde el principio para soportar velocidades de reentrada de misiones más allá de la órbita terrestre.

También está en liza Blue Oigin, una empresa fundada por Jeff Bezos –el de Amazon– que está desarrollando su propia nave tripulada, por ahora conocida sólo como SV, de Space Vehicle, con características similares a las otras, aunque aún se sabe bastante poco de ella.

Allá por 2017 como muy tarde todas esta naves deberían estar en servicio, ya que es la fecha fijada por la NASA, pero habrá que verlo para creerlo.

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