Por @Wicho — 13 de Septiembre de 2024

Stinker, la mascota de los Ig NobelSeptiembre otra vez, con lo que toca disfrutar con el fallo de los Premios Ig Nobel de 2024, esos que celebran aquellas investigaciones con títulos y descripciones hilarantes pero que si e fijas un poco sí que tienen sentido.

Las investigaciones agraciadas este año han sido:

Y para que sigas echándote unas risas, aquií tienes los enlaces a las listas que llevamos publicando desde que existe el blog: 2003, 2004, 2005, 2006, 2007, 2008, 2009, 2010, 2011, 2012, 2013, 2014, 2015, 2016, 2017, 2018, 2019, 2020, 2021, 2022 y 2023.

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Por @Wicho — 12 de Septiembre de 2024

Portada del libroA bordo de tu curiosidad: Un viaje por las preguntas y retos de la ciencia actual. Por Carlos Briones. Ilustraciones de Kim Amate. Editorial Crítica (8 de mayo de 2024). 336 páginas.

Si hay unos libros que de pequeño haya leído una y mil veces son los diez tomos rojos de la Enciclopedia básica Argos cuyos títulos empiezan todos con la palabra Dime. El prólogo, titulado Elogio de la curiosidad, escrito por Cécile Aubry, dice

Se acostumbra decir que la curiosidad es un vicio feo. Sería conveniente conocer la naturaleza de esta curiosidad, ya que a menudo se confunde la indiscreción con la curiosidad. Si no está bien querer descubrir lo que pertenece a la vida privada de las personas, en cambio es muy elogiable conseguir cada día nuevos conocimientos. […] Pero todo interesa a los niños y las respuestas no se deben dar mañana, sino hoy. Todas las respuestas. O por lo menos casi todas… […] Considerada así, ¿no es la curiosidad una cualidad preciosa?

Y el libro de Carlos y Kim me ha recordado enormemente esos diez tomos que me han ido acompañando en mis mudanzas y que aún hoy en día ocupan un lugar destacado en la biblioteca familiar.

Son 52 capítulos cortos dedicados, como dice el subtítulo, a otras tantas preguntas de la ciencia actual, escritos con el habitual tono divulgativo de los textos de Carlos. Informal pero nunca chabacano y siempre riguroso. Que en este caso, además, van acompañados por las ilustraciones de Kim al principio de cada uno de ellos, y por tres recomendaciones al final que pueden ser libros, programas de televisión, sitios de Internet o similares.

Foto del principio del capítulo ¿Cuándo comenzó la exploración espacial? ilustrado con un astronauta visto de espaldas
Un ejemplo de lo bonito que es el libro – Carlos Briones

Se pueden leer por orden, aunque no es necesario, o tirar del índice e ir recorriendo el libro a saltos según nuestra curiosidad –maravillosa palabra– nos lleve de un lado a otro del libro.

Definitivamente recomendable, pero mejor en formato árboles muertos por el cariño que claramente la editorial ha puesto en él. Y para disfrutar del libro propiamente dicho con su papel y sus colores

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Por @Wicho — 7 de Septiembre de 2024

Portada del libroRompiendo barreras: Mi vida dedicada a la ciencia. Por Katalin Karikó.GeoPlaneta (4 de septiembre de 2024). 331 páginas. Traducción de Begoña Olga Merino Gómez.

Ya está disponible en español la autobiografía de Katalin Karikó, la investigadora que durante muchos años tuvo que enfrentarse a la incomprensión de sus jefes respecto al trabajo que realizaba. Hasta el punto de que en la universidad en la que trabajaba llegaron a decirle que no tenía calidad como para formar parte de su profesorado. Pero su trabajo terminó por ser fundamental para el desarrollo de las vacunas de ARN mensajero contra la covid 19 que nos salvaron el culo.

De la nota de prensa de la editorial:

Hija de un carnicero en la Hungría comunista de posguerra, Katalin Karikó creció en una casa de adobe sin agua corriente, donde su familia cultivaba sus propias verduras. Fascinada ante las maravillas de la naturaleza, aquella niña se propuso convertirse en científica. Esa determinación finalmente la llevó a Estados Unidos, adonde llegó en 1985 con 1200 dólares escondidos en el peluche de su hija y el sueño de transformar la medicina.

Karikó trabajó en la sombra, luchó contra cucarachas en un laboratorio sin ventanas y se enfrentó a burlas e incluso amenazas de deportación de sus jefes y colegas. Nunca vaciló en su creencia de que una molécula efímera y subestimada llamada ARN mensajero podría cambiar el mundo. Tres décadas después, la investigación de Karikó sobre el ARNm haría posibles las vacunas que protegieron a millones de personas de las consecuencias más graves de la COVID-19.

De la reseña que escribí cuando lo leí nada más salir:

No me ha parecido un libro apasionante, aunque curiosamente me enganchó porque cuenta las cosas de una forma que me ha parecido muy honesta, en especial en la parte que supone una crítica de cómo funcionan –o no– las universidades-.También me ha gustado lo que cuenta de su vida –y la de su marido y su hija– como inmigrantes. Es un tema que para un gallego es inevitablemente interesante.

Pero eso, que ya lo puedes leer en español.

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Por @Wicho — 4 de Septiembre de 2024

ismy en un iPhoneHe perdido probablemente demasiado tiempo probando cómo de azul –o verde– es lo que yo considero azul en distintos dispositivos, condiciones de iluminación y horas en Is My Blue Your Blue? para comprobar que, al menos soy consistente en mis resultados y rondo los 170–175. Pero lo verdaderamente divertido es compararlo con otras personas.

Los colores pueden representarse en el espacio de color HSL (tono, saturación, luminosidad), y es la traducción que hace la web del RGB de las pantallas. En HSL el tono 120 es verde y el 240 azul. La prueba se centra en los tonos azul-verde entre 150 y 210. Así que parezco bastante normalito. Al menos en esto del verde y el azul. De hecho 175 parece ser el valor central de los resultados registrados en la web.

Por supuesto la forma en la que tengas calibrado –o no– tu monitor, la luz ambiente e incluso factores como tu nivel de cansancio pueden influir en el resultado, así que no es muy científico. Pero da para pensar, lo que siempre mola.

Pensar en cosas como del estilo de cómo vemos, interpretamos, y nombramos los colores. En el caso del japonés, por ejemplo, no hay una palabra para verde. O eso dicen. Y de ahí a aquello de que las mujeres ven más colores que los hombres y a los qualia o al cómic Door de Aberron.

Como dice el autor de la web, «Las personas dan nombres diferentes a los colores que ven. El lenguaje puede afectar a la forma en que memorizamos y nombramos los colores. Esta es una prueba de denominación de colores diseñada para medir tu límite personal azul-verde.»

Por cierto que el 175 en HSL casualmente es el color turquesa de HTML. Mientras que el límite nominal entre el azul y el verde está en 180, el color HTML cian según el HTML. Esto significa que la mayoría de la gente se inclina por decir que el cian es azul. ¿Lo es para ti?

Venga, a cacharrear con los colores y, sobre todo, a compartir el enlace y comentar la jugada.

Las quejas por el tiempo perdido a Javier Armentia, que siempre ha sido, es y será un liante.

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