Por @Wicho — 28 de Marzo de 2023

Portada del informeLa Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) acaba de publicar los resultados de la Encuesta de percepción social de la ciencia en España 2022. Es un estudio que se viene haciendo cada dos años desde 2002.

El estudio cubre once grandes áreas: interés por los temas científicos y tecnológicos; imagen social y confianza en la ciencia y tecnología; imagen social de la profesión científica; conocimiento científico; ciencia y tecnología y medios de comunicación; salud, vacunas y COVID-19; apoyo institucional a la ciencia; cambio climático y ciencia; actitud y posicionamiento frente a la ciencia y la tecnología; negacionismo e impacto de las nuevas tecnologías.

Tenía especial interés en ver los resultados de este año porque es la primera encuesta que se hace a pandemia pasada (más o menos), y en efecto, según la FECYT «El grado de interés por los temas de ciencia y tecnología ha aumentado […] el 47,2% de las personas encuestadas declara estar interesada en ciencia y tecnología. Además, entre los temas que más interesan, hay otros que también están relacionados con la ciencia, como Alimentación y consumo (62,6%); Medicina y Salud (57,2) o Medio ambiente y ecología (49,4%).» Aunque ni sé si me convence mucho que haya sido necesaria una pandemia para revertir la tendencia a que ciencia y tecnología interesaran cada vez menos.

Otra cosa que me llama la atención –o más bien confirma lo que llevo tiempo viendo– es que aunque Internet sigue siendo el medio más utilizado para informarse sobre ciencia y tecnología (71,2%), casi 7 de cada 10 personas que se informan a través de ella lo hacen a través de videos (68,1%), un 64,9% lo hace a través de las redes sociales y un 58,1% confía en los medios digitales generalistas.

[Insértese meme de old man yells at video]

En fin, que son 504 páginas a las que echarles un ojo para reflexionar. O no.

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Por @Wicho — 15 de Marzo de 2023

A principios del año pasado todo estaba listo para iniciar la campaña de lanzamiento del rover Rosalind Franklin de la Agencia Espacial Europea (ESA) rumbo a Marte. Pero la invasión rusa de Ucrania dio con todo al traste y obligó a dejar la misión en suspenso. Ahora, pasado algo más de un año, y estudiadas las opciones, la ESA vuelve a coger carrerilla con el objetivo de lanzar la misión en octubre de 2028 para su llegada a Marte en 2030.

Probablemente si la misión no ha sido cancelada definitivamente es porque el rover monta un taladro que le permitirá tomar muestras hasta a dos metros por debajo de la superficie. Esas muestras están protegidas de la radiación que azota la superficie del planeta y de temperaturas extremas. Por ello es de suponer que nos permitan echar un vistazo a un pasado en el que en Marte se parecía más a la Tierra y en el que pudo haber sustancias orgánicas. Nunca ninguna misión a Marte ha podido hacer tal cosa. Y no hay ninguna programada ni tan siquiera en proyecto que lo vaya a poder hacer.


El taladro del gemelo de Rosalind Franklin para pruebas en tierra – ESA

Para volver a poner en marcha la misión es necesario diseñar una plataforma de aterrizaje europea, quizás con contribuciones de la NASA en lo que se refiere a a su propulsión. Porque una de las cosas que ponía Rusia en la misión era la plataforma de aterrizaje Kazachok.

Además, con el objetivo de llegar a la ventana de lanzamiento de 2028 el diseño del módulo de aterrizaje se simplificará, aún a pesar de que se van a utilizar varios componentes y subsistemas europeos que ya estaban incorporados en Kazachok. Así que se diseñará únicamente para llevar el rover a Marte y permitir su despliegue y salida. Nada de instrumentos ni de paneles solares que le permitan funcionar como una estación científica fija. De hecho dejará de funcionar a los pocos días de posarse en Marte, una vez que el rover se haya bajado de ella y haya desplegado sus propios paneles solares.

Esto es un desafío importante considerando que hasta ahora la ESA nunca ha conseguido un aterrizaje con éxito en Marte. Y si no que se lo digan a la Beagle 2. O a Schiaparelli. Así que ahí quizás la colaboración de la NASA –si la agencia estadounidense consigue financiación, aunque para 2024 ya ha pedido 30 millones de dólares– puede venir muy bien.

Un rover más resistente

La llegada de Rosalind Franklin a Marte en 2030 en lugar de hacer un viaje más rápido tiene como objetivo aterrizar en el planeta rojo en una época favorable para llevar a cabo la misión del rover. Y es que aterrizar demasiado cerca del inicio de la temporada de tormentas globales de polvo no es una buena idea; no sería el primer rover que sucumbe a una tormenta de esas.

Aún así el rover va a ser sometido a algunas modificaciones para intentar aumentar su resiliencia. Una de ellas es dotarlo de paneles solares que se pueden inclinar. Eso, por una parte, permite orientarlos hacia el Sol para aprovechar mejor la luz que les llegue. Por otra, puede ayudar a que caiga parte del polvo que se vaya depositando sobre ellos. Otra modificación será instalarle más unidades de calor de radioisótopos (RHU) para poder mantenerlo razonablemente caliente aún en los días y noches más oscuros. Aunque obtenerlos no va a ser fácil.

Los dos instrumentos rusos que ahora mismo están instalados a bordo del rover serán desmontados y devueltos a Rusia junto con el resto del hardware del módulo de descenso ruso. La ESA está considerando la posible sustitución de al menos uno de estos dos instrumentos, el espectrómetro de infrarrojos, por una unidad europea. El espectrómetro de neutrones no será sustituido.

Claro que todo esto necesita de las correspondientes pruebas, así que no es que sobre el tiempo aunque el lanzamiento esté a más de cinco años vista.

Que, por cierto, una de las cosas de las que no ha hablado la Agencia Espacial Europea al anunciar el reboot de la misión es del lanzador que utilizará. Aunque es de esperar que para entonces el Ariane 6 haya entrado en servicio. Digo yo.

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Por @Wicho — 7 de Marzo de 2023

Retrato de Carole MundellAunque su nombramiento se había producido en diciembre desde el pasado 1 de marzo de 2023 Carole Mundell es la nueva directora de ciencia de la Agencia Espacial Europea (ESA). Asume también la dirección del Centro Europeo de Astronomía Espacial (ESAC).

Según el comunicado de la agencia «Trabajando en la interfaz entre teoría, observación y desarrollo tecnológico, Mundell ha ampliado las fronteras de la tecnología para abrir nuevas ventanas al universo, poner a prueba predicciones teóricas establecidas hace tiempo en astrofísica extragaláctica y sondear el universo dinámico impulsado por agujeros negros. Ha publicado más de 170 artículos revisados por expertos, ha presentado su trabajo a expertos y legos de todo el mundo y ha supervisado y orientado a investigadores que se encuentran en la fase inicial de su carrera y que ahora ocupan altos cargos en el mundo académico y la industria.»

Dice también que la profesora Mundell es una firme defensora de la igualdad y la diversidad en la ciencia, lo que es extremadamente importante.

Está en Twitter como @CGMundell.

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Por @Alvy — 6 de Marzo de 2023

NASA/ESA/CSA James Webb Space Telescope supernova-hosting galaxy on gravitational lens
Efecto de la lente gravitacional en cúmulo RX J2129. Imagen: ESA/Webb, NASA & CSA, P. Kelly

Esta foto resulta impactante cuando te das cuenta de la grandeza de lo que estás viendo: tres imágenes de la misma galaxia en la misma toma, con una diferencia de 320 y 1.000 días entre ellas debido a los efectos de una lente gravitacional situada a medio camino.

La lente afecta a un cúmulo de galaxias llamado RX J2129, situado a unos 3.200 millones de años luz de la Tierra en la constelación de Acuario. Los astrónomos descubrieron que la supernova (AT 2022riv) que se ve en la galaxia estaba triplicada en la imagen más general los alrededores; la conclusión es que la lente gravitacional ha creado tres imágenes de la misma galaxia: la que se ve en el centro y otras dos ligeramente inclinadas que según han calculado que tienen -320 y -1.000 días de diferencia, que es el tiempo que se ha tomado la luz en desviarse. Lo cual no es poco porque estamos hablando de entre 1 y 3 años a la velocidad de la luz (!!!)

Distancias récord y efectos asombrosos que ya conocíamos desde hace tiempo, predichos en su momento por Einstein, que no dejan de ser sorprendentes por lo bellos e inconmensurables que resultan.

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