Por @Wicho — 3 de Diciembre de 2015

Impresión artística de Lisa Pathfinder en órbita

Tras un lanzamiento perfecto a las 4:04 UTC del 3 de diciembre de 2015 a bordo de un cohete Vega el satélite Lisa Pathfinder de la Agencia Espacial Europea se separaba de este a las 5:49, quedando en órbita alrededor de la Tierra.

Desde el control de la misión en el Centro Europeo de Operaciones Espaciales no tuvieron ningún problema en establecer control del satélite, cuyos sistemas están funcionando sin problemas.

Durante las próximas dos semanas la unidad propulsora de Lisa Pathfinder llevará a cabo seis encendidos para ir aumentando la altitud de la órbita, con el objeto de ponerlo finalmente en camino hacia el punto de Lagrange L1, a donde está previsto que llegue a mediados de febrero de 2016.

En ese punto del espacio, situado a aproximadamente un millón y medio de kilómetros de la Tierra en dirección al Sol, las gravedades de los dos astros se anulan mutuamente, por así decirlo, lo que facilita el desarrollo de la misión, que tiene una duración prevista de seis meses.

Lisa Pathfinder tiene en su interior dos cajas metálicas separadas por 38 centímetros en las que tienen que flotar sendos cubos de 4,6 centímetros de lado fabricados en una aleación de oro y platino, cada uno de los cuales pesa casi 1,96 kilos.

Uno de los cubos de LPF

Estos cubos están apenas a unos milímetros de los lados interiores de las cajas que los contienen y el sistema óptico de a bordo del satélite tiene que ser capaz medir su posición con una precisión de un picómetro –la billonésima parte de un metro– para que el sistema de control de posición de éste sea capaz de mantenerlo estabilizado en el espacio con una precisión de unos nanómetros, una millonésima parte de un metro, alrededor de los cubos; el hecho de que esté en caída libre en L1, tan libre como es posible de influencias externas, ayuda con este ajuste tan fino de la posición.

Si efectivamente la tecnología funciona, será incorporada en eLISA, de evolved Laser Interferometer Space Antenna, una misión diseñada para detectar las ondas gravitacionales, predichas por la teoría de la relatividad general de Einstein, pero que nunca hemos podido detectar directamente hasta ahora.

eLISA constará de tres satélites que se colocarán en los vértices de un triángulo equilátero de un millón de kilómetros de lado que llevarán a bordo telescopios y láseres para medir los cambios de posición que sufra cualquiera de ellos y así poder detectar las anticipadas ondas gravitacionales.

Pero aún queda mucho que aprender, en parte gracias a Lisa Pathfinder, así que su lanzamiento no está previsto para antes de 2034.

Lisa Pathfinder, por cierto, está en Twitter como @ESA_LPF.

Este es el sexto lanzamiento consecutivo con éxito usando un cohete Vega y marca el final de su fase de pruebas, con lo que ahora ya se le considera listo para su explotación comercial.

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