Por @Alvy — 24 de Mayo de 2016

#FoundThem

Este trabajo publicado en ArXiv y firmado por un equipo de la Escuela de Física y Astronomía de la Universidad de St. Andrews (Reino Unido) es uno de esos documentos por los que merece la pena amar la ciencia y amar Internet. Se titula #FoundThem: 21st Century Pre-Search and Post-Detection SETI Protocols for Social and Digital Media.

Básicamente describe cómo deberían actualizarse los protocolos SETI (búsqueda de inteligencia extraterrestre) a realizar en caso de que se detectara y confirmara una señal inteligente de origen extraterrestre. Porque el panorama ha variado mucho de hace unas décadas a esta parte debido a algo llamado «Internet», especialmente en lo que tiene que ver con las redes sociales y su poderosa capacidad de difusión casi instantánea y –todo hay que decirlo– su relativa poca fiabilidad, capacidad de difusión de bulos, rumores y otras mil cuestiones relacionadas.
 
El shock cultural que produciría un descubrimiento de este tipo en el futuro sacudiría los cimientos del orden mundial, tanto a nivel planetario como personal, desde la organización de países, sus gentes y sus conflictos a las creencias personales en las diversas religiones – por no hablar del impacto en el mundo científico. Se puede imaginar como el (mítico y dudoso) shock que produjo la emisión por radio de la invasión marciana de La guerra de los mundos, pero a lo bestia.

Aunque el protocolo actual se revisó en 2010 se supone que en caso de tamaño acontecimiento los científicos deberían (tras confirmar los datos – algo que podría requerir días, meses o años) simplemente anunciarlo con una nota de prensa. Les faltó poner teletipo. Nada que ver con las recomendaciones que haría cualquier relaciones públicas sobre cómo gestionar una «crisis» importante en medios sociales mediante el uso de diversos canales, con «voces amables» que hablen el lenguaje de cada público, cada país y cada grupo cultural, sea cual sea.

En el documento se hace la recomendación de que sea el equipo que realice la detección quien directamente haga el anuncio por diversos canales (para evitar sesgos como «solo se enterarán los que usen Twitter, o Facebook» o «los que hablen inglés»), acompañados de una nota de prensa y del envío del trabajo a una publicación científica acreditada, momento a partir del cual otros equipos intentarían replicar los resultados. Los datos en bruto deberían hacerse disponibles en servidores independientes y con diversos mirrors para evitar que se saturaran.

En caso de que las señales no se puedan confirmar, y para evitar conspiranoias, bromas y chalados, el equipo que crea tener una señal válida debería hacerlo saber pero con todos los avisos y salvaguardas posibles. Esto permitiría continuar con el trabajo sin dañar la reputación de esos científicos por el hecho de haberse equivocado (por ejemplo si la señal resulta ser un eco o provenir de un satélite). Si alguno es muy dado a abusar de esta idea aún a riesgo de fallos constantes, pues bueno: la reputación es suya y se la merienda como quiera.

Finalmente se recomienda que el equipo descubridor y el resto de científicos intenten aclarar al público en general todas las cuestiones que surjan en los días, semanas y quizá años posteriores a la detección de las señales, siempre usando el espíritu crítico.

Y como sugerencia, un tag:

#LosEncontramos

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