Por @Wicho

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Una característica destacada de la R8 es lo pequeña y ligera que es para ser una cámara full frame – Canon

Como usuario de cámaras réflex de la marca desde hace algo más de 40 años tardé medio nanosegundo en aceptar la oferta de probar una Canon EOS R8. Mi referencia durante la prueba fue la Canon EOS 5D Mark III que es mi cámara habitual, en adelante la 5D. Los once años de diferencia entre ambas hicieron que, como era de esperar, la R8 me pareciera muy buena. Aunque ha de decir que, para mi sorpresa, descubrí algunas cosas en las que la 5D sigue siendo mejor. Mejor que la R8 en concreto y mejor que las R en general.

La Canon EOS R8 salió en abril de 2023; la 5D en marzo de 2012. Sin repetir todas las especificaciones, es una cámara full Frame sin espejo con un sensor CMOS dual pixel de 24×36 mm de 6.000×4.000 puntos que permiten capturar fotos a 24,2 megapíxeles y que es capaz de grabar vídeo hasta en 4k UHD (3.840×2.160 pixeles) a 59,94 cuadros por segundo. Aunque por supuesto tanto el fotografía como en vídeo se pueden escoger opciones de menos calidad.

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En la R8 eso, en una tarjeta de 32 GB, te permite meter unas 1.150 fotos en formato RAW, aunque como luego la cámara las comprime, la cifra final va a variar y en general te cabrá alguna más. Si lo que disparas son jpeg en calidad S2, que son 3,8 MB a 2.400×1.600, te cabrán algo más de 16.000. Si combinas RAW + S2, el total andará en algo más de 1.000 fotos.

La R8 es capaz de capturar seis fotos por segundo cuando utilizas el obturador mecánico. Si usas el electrónico puede alcanzar las 40 fotos por segundo, 30 en formato RAW, aunque según con qué tiempos de exposición puedes empezar a encontrarte con distorsiones debidas a la lectura secuencial del sensor, en especial para aquellos objetos que se muevan rápidamente a lo ancho de él. Eso sí, el buffer de la R8 no da para mucho más de dos segundos de ráfaga.

El modo de disparo de ráfagas RAW tiene la opción de mantener en la memoria de la cámara imágenes que va capturando de forma sucesiva mientras mantienes el disparador pulsado hasta la mitad. Y en cuanto lo pulsas, graba quince de esas imágenes, con lo que facilita capturar el momento exacto. Aunque usar este modo de captura es una forma segura de quedarte sin batería en cero coma.

En vídeo a 4k y 59,94 fps esos mismos 32 GB dan para unos 18 minutos; a 4K y 23,98 fps para una hora y diez minutos; en fhd a 59,94 fps son también una hora diez; y en fhd a 23,98 fps puedes meter hasta cinco horas y 47 minutos. Todo esto del vídeo siempre si la cámara no se apaga antes.

La 5D Mark, por su parte, es una réflex de toda la vida, con espejo y esas cosas, que también tiene un sensor full frame, aunque en este caso de 5.760×3.840 que captura fotos a 22,3 megapixeles y vídeo full HD de 1.920×1.080 pixeles.

Para mí, que no suelo hacer vídeo, la diferencia de resolución entre ambas no es realmente relevante.

La diferencia más enorme está en el sistema de autofoco. El de la R8 es el Dual Pixel CMOS AF II con detección y seguimiento automático de personas (ojo, cara, cabeza y cuerpo), animales (perros, gatos, pájaros y caballos) o vehículos (coches de carreras o motos, aviones y trenes). En total dispone de 4.897 puntos de enfoque (4.067 para vídeo). Y según Canon es capaz de funcionar con una iluminación equivalente a la de media luna.

El de la 5D, que en su momento era el tope de gama de Canon, se queda en los 61 puntos, sin nada de detección de qué es lo que está en el visor. Y como era de esperar, sin ser para nada malo, se nota claramente que es from the past al usarlo lado a lado con el de la R8.

Una cosa que me llamó mucho la atención de la R8 es su tamaño. O su falta de tamaño. Mide 132,5×86,1×70 milímetros y pesa 461 gramos con la batería y una tarjeta de memoria. La 5D mide 152×116,4×76,4 mm y pesa 945 gramos. Y aunque sobre el papel –o la pantalla– puede que no parezca mucha diferencia me daba la impresión de que en vez de montar el objetivo en la cámara lo que estaba haciendo era montar la cámara en el objetivo, en especial cuando la utilicé con el Canon EF 100-400mm F/4.5-5.6L IS USM. Esa sensación no es tan acusada con el RF 24-105mm F4L IS USM que me prestaron con ella.

Además tengo las manos grandes, con lo que la R8 me quedaba un poco pequeña en ellas. No incómodamente pequeña pero sí un poco más de lo que me hubiera gustado, algo que me resultó especialmente notable una tarde que estuve haciendo planespotting con la R8 y la 5D.

De hecho Canon es consciente de esto y tiene la Empuñadura extensible Canon EG-E1, que sin ser una empuñadura vertical, se puede colocar en la parte inferior de la R8 para hacer el cuerpo algo más de dos centímetros alto. Al tiempo le añade 86 gramos al peso.

Una EOS es una EOS es una EOS es una EOS…

El manual de la R8 tiene algo más de 900 páginas. Pero cualquiera que haya utilizado otra cámara EOS digital no tendrá problema alguno en usarla, ya que el interfaz es el de siempre, con distintos grupos de pestañas que controlan el funcionamiento de distintos aspectos de la cámara.

Se puede saltar de uno a otro y escoger opciones utilizando los botones y diales de control de la cámara. Pero resulta que la pantalla de la R8 es táctil, así que también puedes moverte entre ellas y escoger opciones tocando la pantalla. De hecho hay un modo de funcionamiento del sistema de autofoco en el que puedes tocar aquello que quieres que salga enfocado y la cámara enfocará y disparará sin que tengas que hacer nada más.

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La pantalla, de tres pulgadas y 1,62 millones de puntos, es articulada, con lo que puedes separarla del cuerpo de la cámara e inclinarla arriba y abajo, e incluso girarla hasta 180 grados, lo que facilita enormemente la composición de según qué imágenes. Y, de nuevo, el tener los controles de configuración de la cámara en ella, te facilita la vida.

Lo que me resultó más extraño de la experiencia de usar la R8 fue su visor electrónico, acostumbrado como estoy a cuatro décadas de visores ópticos. Es una pantalla de 2,36 millones de puntos (1.024×768) cuya dominante azulada me resultó especialmente sorprendente al usar la cámara a última hora de la tarde. Y creo que la resolución es un poco escasa como para que pudiera olvidarme de que estaba usando un visor electrónico. No he visto que se pueda ajustar su temperatura de color.

Aunque siempre queda la opción de usar la R8 sólo con la pantalla principal, en «modo móvil». Que aún siendo también una pantalla no me causó esa sensación de desajuste de la temperatura de color. Pero es algo que se me seguía haciendo tan raro el primer día que la utilicé como el día que la metí en su caja para devolverla. Eso sí, utilizarla así contribuye a que la batería dure más, lo que en la R8 es especialmente importante.

En cualquier caso, es lo que hay. Si no llevo mal las cuentas la réflex más reciente que ha sacado Canon es la EOS 850D, que es de febrero de 2020. Y a finales de 2021 Fujio Mitarai, el presidente de la compañía, confirmaba que no van a sacar más. Eso también afecta a los objetivos EF, claro.

Así que las innovaciones van a venir en el futuro en las mirrorless. Lo que no quiere decir que de repente mi 5D de repente sea menos capaz; ni nada me obliga, si quiero comprar una mejor, a pasarme a las R. Pero si tuviera que comprar una cámara para entrar en el ecosistema canon, está claro que lo más razonable parece una mirrorless.

Le falta fuelle

Imagen de la esquina inferior derecha de la pantalla del Pac-MacSoy perfectamente consciente de que las cámaras sin espejo tienen necesariamente una menor duración de la batería porque necesitan alimentar la pantalla y el sensor en todo momento. Pero aún así me sorprendió lo poco que dura la batería de la R8, en especial comparado con la 5D.

La R8 utiliza la LP-E17, de 1040 miliamperios hora (mAh). Según Canon da para unas 370 fotos utilizando la pantalla y unas 220 si utilizas el visor. He de decir que esas cifras me parecen excesivamente conservadoras, pues yo conseguí hacer algo más de 500 fotos, y eso utilizando los dos objetivos mencionados antes, que tienen un consumo extra de batería para accionar los motores de sus estabilizadores de imagen.

Pero claro, palidecen frente a las aproximadamente 2.200 fotos que consigo con una batería cargada en mi 5D. Y eso que son ya baterías muy baqueteadas que ni de lejos están ya al 100 % de su capacidad.

Eso, según la caña que le vayas a dar a la cámara, te va a obligar a llevar contigo alguna o más bien algunas baterías extra. O un power bank que soporte PD, ya que la R8 puede funcionar alimentada a través de su puerto USB-C, aunque no sea lo más cómodo del mundo. Ese mismo puerto, por cierto, permite cargar las baterías cuando la cámara está apagada, así que si quieres te evitas tener que llevar un cargador específico.

Y cuando decía antes que la R8 tenía algunas flaquezas comunes a la gama R me refería precisamente a la duración de las baterías. Incluso la LP-E6P de 1865 mAh de una R5 Mark II, por ejemplo, en principio sólo asegura 630 y 340 fotos. Que luego ya serán más. Pero dudo que llegue a las 2.200.

Otra área en la que vi a la R8 un poco floja fue en lo que aguanta grabando vídeo antes de morirse de calor. Bueno, de apagarse un rato para refrescarse y poder seguir funcionando.

Se supone que, si tienes una tarjeta con la capacidad suficiente, la R8 puede grabar hasta dos horas de vídeo 4K a 59,94 fps antes de que se pare automáticamente por movidas legales varias. Pero en la práctica a 19 ºC y a la sombra a los 8:37 me apareció el aviso de apagado por calor y se apagó como a los veinte minutos. Y eso que tenía la pantalla desplegada para que la zona en la que está el sensor estuviera más ventilada.

Como decía antes, a mí el vídeo me da bastante igual. Pero sin duda es un dato a tener en cuenta si vas a hacer vídeos con la R8. A cuanta más resolución más se calentará y antes entrará la protección por temperatura.

Concluyendo, que es gerundio

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La pantalla abatible de la R8 en acción – Canon

Por disponibilidad de la unidad de prueba tuve la R8 conmigo como un par de semanas. Durante ese tiempo, aparte de trastear con ella en casa, me la llevé para hacer fotos de un evento en el que participé y me fui un día a hacer planespotting con ella en Barajas. Dejo enlazados sendos álbumes en Flickr con los resultados.

Como ha he venido diciendo, como usuario de hace tiempo de réflex de Canon no tuve ningún problema en hacerme con ella. Su comportamiento en cuanto a rapidez de manejo y en cuanto al sistema de autofoco me han parecido más que satisfactorios.

Y me han gustado las fotos que he obtenido. Como mucho podría decir que creo que el sensor de la R8 captura los colores de una forma ligeramente distinta al de la 5D. No mejor ni peor, distinta. Aunque tampoco estoy seguro de que pudiera identificarlas en una prueba a ciegas. Y en cualquier caso tampoco me importa.

Si tuviera que destacar algo, puede que porque es la gran novedad para mí, es la flexibilidad que da la pantalla articulada a la hora de buscar encuadres distintos y a la hora de manejar la cámara en según qué posiciones.

Otra cosa que me ha llamado la atención es lo silenciosa que es comparada con la 5D a la hora de hacer fotos, aunque eso es lógico al no tener un espejo que mover cada vez que tiras una foto.

He de decir, de todos modos, que al principio no había entendido bien el lugar de la R8 en la gama y eso me despistó. En especial la ubicación de los botones y diales de control. Históricamente en las EOS cuando menor es el número del modelo más de gama alta son. A ese despiste ayudó que a menudo la R8 es descrita como una R6 Mark II en un cuerpo más sencillo. Y de hecho comparten el sensor, el procesador, y el sistema de autofoco; lo que se quedó por el camino es el sistema de estabilización de imagen que la R6 sí tiene.

Así que en mi cabeza la R8 era de la familia de mi 5D. Pero los botones estaban en ubicaciones distintas a las que mi memoria muscular esperaba y eso a veces entorpeció mi manejo de la cámara.

Pero terminé por darme cuenta de que en realidad no estaba ante la cámara pequeña de «las mayores», por decirlo así, sino ante la cámara mayor de «las pequeñas», con lo que el cuerpo de la R8 pasó a tener más sentido: puede ser la cámara avanzada que compre alguien que tiene alguna cámara R de gama más baja, y se encontrará las cosas «en su sitio». O quien quiera una cámara full frame pero sin irse a las de gama más alta.

Aunque no la veo como una segunda cámara para alguien que use, por ejemplo una R6 o superior, que era como pensaba al principio en ella. O como una introducción al sistema R para alguien que tenga una réflex de Canon de las avanzadas o de gama alta.

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El kit básico de la R8 incluye el cuerpo con su tapa, una batería y un cargador – Canon

En cualquier caso, me parece que es una cámara que ofrece un montón por el precio –insisto, es una full frame– ya que ahora mismo el cuerpo está en 1.400 euros en Amazon. A mí en su momento la 5D me costó el equivalente a unos 4.000 euros actuales.

Eso sí, hay que tener muy en cuenta el muy escaso aguante de las baterías, lo que casi en cualquier caso creo que obligará a plantearse que hay que comprarla con al menos una de repuesto.

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