Por @Wicho

Reconozco que cuando oí hablar por primera vez de los planes de Global Airlines de ofrecer vuelos trasatlánticos utilizando Airbus A380 adquiridos de segunda mano nunca creí que fueran a conseguirlo. Sin embargo el primero de esos vuelos tuvo lugar el pasado día 15 entre Glasgow y el aeropuerto JFK de Nueva York. El viaje de vuelta tendrá lugar el próximo día 19. Y tienen programado al menos otro vuelo de ida y vuelta entre Manchester y JFK entre el 21 y el 25.

La propuesta de James Asquith, su fundador, que es un influencer de viajes y no alguien con experiencia en gestionar una aerolínea, es ofrecer un servicio similar al de la era dorada de la aviación. Y para ello ha decidido que utilizará A380 de segunda mano que supuestamente adquirirá a buen precio aprovechando que muchas aerolíneas dejaron de utilizarlos a causa de la pandemia.

Su idea es tener una flota de hasta cuatro aviones, aunque por ahora sólo tiene en servicio el convenientemente matriculado 9H-GLOBL, un avión que antes perteneció a China Southern Airlines, que lo recibió el 1 de marzo de 2013 y lo operó hasta 2022. Ha sido configurado en una cabina de tres clases: primera, business y turista.

Un A380 con la librea de la aerolínea en vuelo sobre las nubes iluminado por un Sol poniente
Impresión artística de un A380 de Global Airlines en vuelo – Global Airlimes

Lo que sucede es que estos cuatro vuelos no van a ser vuelos regulares sino que más bien son unos vuelos charter que la aerolínea está volando para demostrar que puede más que, aparentemente para ganar dinero. El vuelo de Glasgow a JFK, por ejemplo, ha ido ocupado por debajo del 20 %. Así que es difícil que hayan ganado dinero con él. Y menos si tenemos en cuenta lo que cuesta tener un avión aparcado cuatro días en JFK.

Además, el vuelo ha ha sido operado Hi Fly Malta, una aerolínea especializada en vuelos charter, pues Global Airlines no tiene un AOC, un Certificado de Operador Aéreo, aunque dice que quiere obtener uno. Además los billetes han sido vendidos a través de TravelOpedia, ya que ahora mismo Global Airlines no tiene una web operativa.

Así que quizás denominar aerolínea a Global Airlines sea estirar un poco el concepto de aerolínea. Por ahora es más bien una empresa que tiene un avión.

Habrá que esperar a que –o a si– llegue a operar de forma regular ente Londres y Nueva York y Londres y Los Ángeles, que son las rutas de las que Asquith hablaba en principio. Aunque sigo teniendo mis dudas.

Y las reseñas que he ido viendo de este primer vuelo trasatlántico como las de Josh Cahill la de Noel Philips no me hacen ser más optimista. El interior del avión es básicamente es el que tenía antes, con unos adhesivos por encima para darle otra apariencia; ni la WiFi ni el sistema de entretenimiento a bordo funcionaban; la tripulación tardó tanto en servir la comida a pesar de la poca ocupación del vuelo que algunos pasajeros no llegaron a probar el segundo plato de su menú a pesar de estar más de seis horas en el aire, etc.

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Por @Alvy

Libros en una hoja: la última moda para los amantes de la lectura perezosos – Minimae

No sé cual será el estado actual de Minimae, pero la iniciativa me pareció preciosa, aunque por las fechas no adivino si está muy activo o poco. El caso es que nos recomendó el sitio Noemí, hablando por correo de otras cosas, y resulta ser una auténtica joyita. Se trata de una tienda de láminas en las que hay un libro completo en una sola página.

¿Cómo es esto posible? El póster reproduce a tamaño generoso la primera página; luego usando una tipografía reducidísima está el resto, que hay que explorar visualmente, a veces con lupa. Todavía no me explico cómo caben las 377.032 palabras del Quijote ahí, creo que es a 2 puntos de altura, pero esa es la idea.

Creadas por Pepe Gómez Larraz, estas láminas incluyen versiones condensadas de clásicos como Don Quijote de la Mancha de Cervantes o el tradicional Alicia en el País de las Maravillas de Lewis Carroll, pero también diseños cuidadosamente estructurados del Apolo XI o la cafetera Moka Express. Cada pieza es una mezcla de arte y literatura, pensada tanto para amantes del diseño como para bibliófilos, con tiradas en ocasiones limitadas.

Las láminas no incluyen marco pero están impresas en papel de alta calidad Tatami de 200 gr, a tamaño 60 × 90 cm, así que su precio entra dentro de lo razonable, mantiéndose alejado del elitismo habitual del mercado del arte. Algunas incluyen incluso incluyen una lupa de aumento (Carson 10x) a modo de componente lúdico y para facilitar la exploración.

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Por @Alvy

Un Undetectag junto a un AirTags de Apple / El Undetectag hace más indetectables los AirTags de Apple

Es interesante el concepto que hay detrás del Undetectag, un accesorio para los AirTags de Apple que los convierte en «indetectables por ladrones», reduciendo la probabilidad de que los encuentren y los retiren de cualquier objeto valioso que se esté protegiendo: maletas, bolsas, mochilas…

La idea es colocar el Undetectag dentro del AirTag original de Apple, en el hueco de la pila (hay que cambiar la pila CR2032 por una CR2025, más delgada). El Undetectag mantiene desconectada la pila del AirTag durante 4 horas para luego encenderla durante una hora; los datos no se borran en ese tiempo.

Este sencillo truco hace que la ubicación del AirTag (siempre que haya un iPhone cerca) sea detectable pero «menos» (a menudo). Los ladrones a veces comprueban con apps especiales si hay AirTags activos nada más afanar algo; si el dispositivo está completamente apagado no detectan nada de nada. Para cuando se active y salte la señal tal vez haya dado tiempo a recibir la posición y tomar alguna medida; quizá ni se den cuenta y se pueda rastrear.

El Undetectag está pensado para proteger coches, motos, bicicletas, maletas, mochilas y cosas así, donde normalmente vaya oculto. Funciona con la versión actual del firmware de los AirTag, pero no garantizan que siga funcionado en el si Apple cambia el software. Por 10 euros que cuesta puede merecer la pena probarlo.

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Por @Alvy

Vista general del Museo de Historia de la Computación (CC)-by Alvy

Estoy seguro de que cuando los ordenadores mueren, resucitan en el Museo de Historia de la Computación ubicado en Majadas de Tiétar, un pequeño pueblecito de Cáceres, a menos de dos horas en coche desde Madrid. Allí son limpiados, restaurados y cuidados con mimo. De ese modo pueden seguir procesando bits desde su particular más allá, cada cual a su ritmo, y entablar amistades con computadoras de otras épocas, porque hay más de 800 modelos distintos en el interior de sus paredes.

El caso es que cuando nos escribió Carlos desde el Museo para invitarnos a conocerlo la cosa pintaba muy interesante. Poco tardé en encontrar un hueco para plantarme allí. El museo es una grandísima nave de 1.400 m² perfectamente acondicionada con grandes mesas, luces y mucho arte y esmero en la decoración. Todo está ordenado cronológicamente con sumo cuidado, en muchos casos con láminas informativas y manuales.

La zona de la entrada se plantea como exposición temporal: «La Belleza está en el interior» (de las placas y los chips); el resto se recorre en una visita guiada. Además de público general suelen acercarse grupos organizados de colegios y dicen que la muchachada de la generación Z se muestra igual de interesada que los veteranos baby boomers o los Generación X que pasamos por allí.

La era pre-digital

Máquina enigma y calculadora de relés / Museo de Historia de la Computación (CC)-by Alvy
Una máquina criptográfica Enigma y una calculadora electromecánica de relés

La visita empieza por el ábaco, la era mecánica y la época eléctrica de las primeras computadoras. Hay una preciosa réplica de una máquina Enigma que usaban los nazis en la II Guerra Mundial, artilugios mecánicos a modo de sumadores y muchas calculadoras electrónicas. Todo rezuma ingeniería, arte y meticulosos cuidados, expresados de las más diversas maneras, desde los diseños al cine.

Calculadora electrónica Canon Canola 167P / Museo de Historia de la Computación (CC)-by Alvy
Una calculadora electrónica Canon Canola 167P de tubos nixie programable con tarjetas «programables»; la ranura para insertarlas está en la parte superior.

Es interesante ver cómo muchas de estas primitivas computadoras todavía funcionan; algunas solo requieren un poco de engrase periódicamente o reemplazar algunas bombillas o relés, aunque algunas son más complicadas, como es el caso de las que usan tubos nixie. Hay también equipos con tarjetas perforadas (alguna procedente del M.I.T.) y alguna regla de cálculo.

Seguir leyendo: «El Museo de Historia de la Computación, paraíso de los ordenadores de todos los tiempos»

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