Por @Alvy

Un Undetectag junto a un AirTags de Apple / El Undetectag hace más indetectables los AirTags de Apple

Es interesante el concepto que hay detrás del Undetectag, un accesorio para los AirTags de Apple que los convierten en «indetectable por ladrones», reduciendo la probabilidad de que lo encuentren y lo quiten de cualquier objeto valioso que estés protegiendo: maletas, bolsas, mochilas…

La idea es colocar el Undetectag dentro del AirTag original de Apple, en el hueco de la pila (hay que cambiar la pila CR2032 por una CR2025, más delgada). El Undetectag mantiene desconectada la pila del AirTag durante 4 horas para luego encenderla durante una hora; los datos no se borran en ese tiempo.

Este sencillo truco hace que la ubicación del AirTag (siempre que haya un iPhone cerca) sea detectable pero «menos» (a menudo). Los ladrones a veces comprueban con apps especiales si hay AirTags activos nada más afanar algo; si el dispositivo está completamente apagado no detectan nada de nada. Para cuando se active y salte la señal tal vez haya dado tiempo a recibir la posición y tomar alguna medida; quizá ni se den cuenta y se pueda rastrear.

El Undetectag está pensado para proteger coches, motos, bicicletas, maletas, mochilas y cosas así, donde normalmente vaya oculto. Funciona con la versión actual del firmware de los AirTag, pero no garantizan que siga funcionado en el si Apple cambia el software. Por 10 euros que cuesta puede merecer la pena probarlo.

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Por @Alvy

Vista general del Museo de Historia de la Computación (CC)-by Alvy

Estoy seguro de que cuando los ordenadores mueren, resucitan en el Museo de Historia de la Computación ubicado en Majadas de Tiétar, un pequeño pueblecito de Cáceres, a menos de dos horas en coche desde Madrid. Allí son limpiados, restaurados y cuidados con mimo. De ese modo pueden seguir procesando bits desde su particular más allá, cada cual a su ritmo, y entablar amistades con computadoras de otras épocas, porque hay más de 800 modelos distintos en el interior de sus paredes.

El caso es que cuando nos escribió Carlos desde el Museo para invitarnos a conocerlo la cosa pintaba muy interesante. Poco tardé en encontrar un hueco para plantarme allí. El museo es una grandísima nave de 1.400 m² perfectamente acondicionada con grandes mesas, luces y mucho arte y esmero en la decoración. Todo está ordenado cronológicamente con sumo cuidado, en muchos casos con láminas informativas y manuales.

La zona de la entrada se plantea como exposición temporal: «La Belleza está en el interior» (de las placas y los chips); el resto se recorre en una visita guiada. Además de público general suelen acercarse grupos organizados de colegios y dicen que la muchachada de la generación Z se muestra igual de interesada que los veteranos baby boomers o los Generación X que pasamos por allí.

La era pre-digital

Máquina enigma y calculadora de relés / Museo de Historia de la Computación (CC)-by Alvy
Una máquina criptográfica Enigma y una calculadora electromecánica de relés

La visita empieza por el ábaco, la era mecánica y la época eléctrica de las primeras computadoras. Hay una preciosa réplica de una máquina Enigma que usaban los nazis en la II Guerra Mundial, artilugios mecánicos a modo de sumadores y muchas calculadoras electrónicas. Todo rezuma ingeniería, arte y meticulosos cuidados, expresados de las más diversas maneras, desde los diseños al cine.

Calculadora electrónica Canon Canola 167P / Museo de Historia de la Computación (CC)-by Alvy
Una calculadora electrónica Canon Canola 167P de tubos nixie programable con tarjetas «programables»; la ranura para insertarlas está en la parte superior.

Es interesante ver cómo muchas de estas primitivas computadoras todavía funcionan; algunas solo requieren un poco de engrase periódicamente o reemplazar algunas bombillas o relés, aunque algunas son más complicadas, como es el caso de las que usan tubos nixie. Hay también equipos con tarjetas perforadas (alguna procedente del M.I.T.) y alguna regla de cálculo.

Seguir leyendo: «El Museo de Historia de la Computación, paraíso de los ordenadores de todos los tiempos»

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Por @Alvy

Una especie de agujero negro con radiación que simboliza el Fin del Universo / GPT 4o

El fin se acerca… ¡Y está más cerca de lo previsto! Los científicos creían hasta ahora que el Universo duraría unos 101100 años, una enormidad de tiempo inconcebible, tan cercana al infinito como podamos imaginar, que tenía que ver con la vida de las enanas blancas, un tipo de estrellas muy longevas. Pero ahora resulta que han calculado el asunto teniendo en cuenta la radiación de Hawking y el tiempo que tardarían en decaer no solo los últimos agujeros negros, sino también ese tipo especial de estrellas –lo cual no se había tenido en cuenta antes– y la cifra se ha reducido a 1078 años que es notablemente menos aunque aun así algo igual de vasto y eterno que la cifra anterior, que consideraba la vida de las enanas blancas pero sin tener en cuenta su evaporación. Como se extinguirán antes, el fin de Todo también se adelantará un poquillo. ¡Así es la vida en este Universo! [Fuente: Journal of Cosmology and Astroparticle Physics vía Phys.org.]

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Por @Wicho

Un A350 a punto de aterrizar visto desde abajo a la derecha con el cielo azul de fondo
Un Airbus A350-900 de Iberia – Wicho

International Airlines Group (IAG), la empresa matriz de Aer Lingus, British Airways, Iberia, Level y Vueling, acaba de anunciar la compra de 71 aviones de largo radio [PDF].

De esos 18 son opciones que IAG ya tenía en contratos anteriores. Seis son Airbus A350-900 para Iberia, otros seis Airbus A350-1000 son para British Airways, y seis Boeing 777-9 son para British Airways. Estos 18 aviones serán entregados entre 2027 y 2030. Aunque no es difícil suponer que los que más tardarán van a a ser los Boeing 777-9, también conocidos como 777-X, variante del triple siete que lleva años de retraso en su entrada en servicio.

Motor y ala derecha de un Boeing 787 de British Airways sobre el Atlántico – Wicho
Motor y ala derecha de un Boeing 787 de British Airways sobre el Atlántico – Wicho

Los otros 53 son pedidos nuevos a recibir entre 2028 y 2033. Incluyen 21 Airbus A330-900neo, que se irán dividiendo según las necesidades entre Aer Lingus e Iberia, y 32 Boeing 787-10 para British Airways. El acuerdo incluye opciones para otros 13 Airbus y diez Boeing, en modelos a determinar según las necesidades del grupo.

El objetivo es ir renovando la flota con aviones más modernos que hagan un uso más eficiente del combustible. Aunque aproximadamente un tercio de los nuevos aviones serán utilizados como capacidad extra para expandir mercados en previsión de un aumento de la demanda de vuelos de largo radio.

IAG no ha revelado el importe de los pedidos. Pero teniendo en cuenta que un 335 A330-900neo tiene un precio de tarifa de unos 335 millones de euros y que un 787-10 anda por los 355 millones es fácil calcular que ha salido por un pastizal. Por mucho que las aerolíneas consigan descuentos en las compras grandes.

De hecho esos 10.000 millones de dólares en un pedido de aviones a Boeing por parte del Reino Unido de los que alardeaba en presidente Trump hace unos días bien podían ser estos.

¡Más aviones para darle al planespotting!

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