Por @Wicho — 17 de Abril de 2024

El avión demostrador supersónico XB-1 de Boom Supersonic ya tiene permiso para hacer vuelos supersónicos. Es la primera vez que la Administración Federal de Aviación (FAA) de los Estados Unidos autoriza pruebas supersónicas para un avión civil.

El XB-1 hacía su primer vuelo el pasado 23 de marzo, así que aún falta para que intenten volar a más velocidad que la del sonido, pues la idea es ir haciendo sucesivos vuelos en los que cada vez se le pida más al avión.

Los vuelos de prueba del XB-1 seguirán realizándose en el Complejo de pruebas R-2508, situado en la Base de la Fuerza Aérea de Edwards. Pero cuando toque volar supersónico utilizarán el Corredor Supersónico de Black Mountain y parte del Corredor Supersónico de Gran Altitud dentro del espacio aéreo R-2515, que con anterioridad se ha utilizado para investigaciones y operaciones aeronáuticas supersónicas militares.

Los datos que se obtengan serán utilizados en el desarrollo de Overture, el avión supersónico comercial de Boom Supersonic. Overture transportará entre 64 y 80 pasajeros a Mach 1,7, casi dos veces la velocidad del sonido y aproximadamente el doble de la de la de los aviones comerciales actuales.


impresión artística del Overture en vuelo – Boom Supersonic

Del que todavía seguimos esperando noticias es del X-59 QueSST, el avión supersónico «silencioso» de la NASA que busca demostrar tecnologías que permitan el vuelo supersónico relativamente silencioso. Iba a haber volado en 2023 pero hace ya meses que sabemos que no será hasta este año cuando levante el vuelo.

Boom Supersonic está en Twitter como @boomaero.

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Por @Wicho — 17 de Abril de 2024

Hace un mes Alejandro Otero comentaba que lo que parecían los restos de un palé con baterías viejas de la Estación Espacial Internacional (EEI) habían caído sobre su casa en Fort Myers en Florida. Y que no le habían dado a su hijo por poco. He estado pendiente del tema y por fin la NASA ha confirmado que en efecto esa pieza proviene del palé en cuestión.

Más en concreto es parte de uno de los soportes que ayudaban a fijar las baterías en el palé. Está hecho de la aleación metálica Inconel, mide 10 centímetros de altura, 4 de diámetro, y pesa unos 725 gramos. El palé entero con las baterías tenía un tamaño similar al de una nevera y pesaba unos 2.600 kilos, así que podía haber sido peor.


La pieza en cuestión comparada con una igual – NASA

Alejandro llegó a la conclusión de que la pieza en cuestión podía venir del palé gracias a un tuit de Jonathan McDowell que mencionaba la hora y ubicación de su reentrada.

Ese palé fue «tirado por la borda» de la EEI en marzo de 2021 después de haberse quedado sin nave en la que ser colocado para una reentrada controlada. Esto, a su vez, viene del fallo del lanzamiento de la cápsula tripulada Soyuz MS-10 en octubre de 2018.


El palé en cuestión – NASA

A bordo de ella iba el astronauta de la NASA Nick Hague. Y una de sus tareas previstas era ayudar a la instalación de unas baterías nuevas en la Estación que habían llegado a bordo del carguero espacial japonés Kounotori 7. Pero al no llegar Hague a la EEI cuando estaba previsto no quedó más remedio que sacar las baterías nuevas del Kounotori 7 y dejarlas en el exterior de la Estación a la espera de que pudieran ser cambiadas.

Eso hizo que las baterías que iban a ser reemplazadas, que tenían que haber sido colocadas junto con su palé en la bodega de carga del carguero para su reentrada controlada en la atmósfera, perdieran su billete de vuelta. Con el problema extra de que esos palés sólo cabían en los Kounotori. Y de que los Kounotori 8 y 9 ya tenían comprometida su capacidad de carga para llevar a la EEI otros dos nuevos juegos de baterías y, sobre todo, traer de vuelta baterías viejas.


El HTV-8 ya acoplado a la Estación Espacial Internacional. Se puede ver el palé con baterías asomando de su compartimento de carga no presurizado - NASA

Así que al final, terminado el proceso de reemplazo de las 48 baterías de la EEI, que duró cuatro años, no quedó más remedio que deshacerse de ese palé por las bravas y esperar que se desintegrara por completo en la atmósfera. Aunque también podían haberlo dejado indefinidamente en el exterior de la Estación, donde no molestaba mucho.

Claro que ahora sabemos que no se desintegró por completo. La NASA dice que utilizará lo aprendido para actualizar sus modelos de reentrada. Pero al señor Otero y a su hijo nadie les quita el susto del cuerpo. Y queda aún por ver quién se va a hacer cargo de los daños ya que si bien las baterías eran propiedad del gobierno de los Estados Unidos el palé había sido lanzado por la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA).

(Algunos datos vía Ars Technica).

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Por @Wicho — 16 de Abril de 2024

Logo del programaMe había apuntado ver cómo le iba a Richard «Rick» Slayman con su riñón de cerdo modificado genéticamente para aproximadamente un mes después de recibir el trasplante. Pero llego ya tarde: el señor Slayman fue dado de alta el pasado el pasado 3 de abril. Eso es poco más de dos semanas después de la operación, que tuvo lugar el 16 de marzo.

En palabras del propio paciente:

Este momento -salir hoy del hospital con uno de los estados de salud más satisfactorios que he tenido en mucho tiempo- es algo que llevo deseando desde hace muchos años. Ahora es una realidad y uno de los momentos más felices de mi vida. Quiero dar las gracias a todas las personas del Hospital General de Massachusetts que me atendieron antes y después de mi histórico trasplante, especialmente al Dr. Williams, al Dr. Riella, al Dr. Kawai y todo el personal de planta que me cuidó todos los días de mi estancia. La atención que recibí fue excepcional y confío mi vida a los médicos del sistema sanitario Mass General Brigham. Estoy entusiasmado por volver a pasar tiempo con mi familia, mis amigos y mis seres queridos, libre de la carga de la diálisis que ha afectado a mi calidad de vida durante muchos años. Por último, quiero dar las gracias a quienes han visto mi historia y me han enviado buenos deseos, especialmente a las personas que esperan un trasplante de riñón. Hoy marca un nuevo comienzo no sólo para mí, sino también para ellas. Mi recuperación avanza sin problemas y pido privacidad en estos momentos.

Es, sin duda, una magnífica para el señor Slayman y sus personas allegadas. Y, aunque a más largo plazo, para quienes necesitan un trasplante. En especial teniendo en cuenta que los dos pacientes que recibieron el trasplante de un corazón de cerdo también modificado genéticamente murieron a las pocas semanas. Pero no deja de ser cierto que un riñón no es un órgano vital en el sentido que lo es un corazón.

Pero lo que más me preocupa de toda esta historia sigue siendo que en ningún momento he visto una explicación de por qué le recomendaron al señor Slayman un riñón de cerdo, por mucho que haya sido genéticamente modificado, en lugar de un riñón humano.

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Por @Wicho — 16 de Abril de 2024

La Agencia Espacial Europea (ESA) acaba de publicar la noticia de que un grupo de astrónomas y astrónomos han encontrado gracias al telescopio espacial Gaia el que pasa a ser el agujero negro estelar más pesado de la Vía Láctea, nuestra galaxia. Hasta que encontremos otro más masivo, claro.

Gaia BH3, o BH3 para simplificar, está a 2.000 años luz de nosotros, lo que además lo hace el segundo más cercano a la Tierra tras Gaia BH1, que está a 1.500, desplazando del segundo puesto a Gaia BH2 que está a unos 3.800. BH3 fue descubierto gracias a las oscilaciones que produce en la órbita de la estrella que orbita a su alrededor. Ha sido toda una sorpresa descubrir un agujero negro tan grande tan cerca de nosotros cuando ya llevamos años buscándolos.

Su masa, estimada en unas 33 veces la del Sol, fue medida gracias a observaciones del Very Large Telescope (VLT) del Observatorio Austral Europeo (ESO). Eso es, por ejemplo, una vez y media más que la del conocido Cygnus X-1, el agujero negro situado en la constelación del Cisne que «sólo» pesa 21 veces lo que el Sol.


Comparativa de tamaño de algunos agujeros negros estelares situados en la Vía Láctea: Gaia BH1 con 10 masas solares; Cygnus X-1 con 21 masas solares; y Gaia BH3 con 33. Los radios de los agujeros negros son directamente proporcionales a sus masas, pero hay que tener en cuenta que no se han obtenido imágenes directas de los agujeros negros en sí mismos sino que son impresiones artísticas – ESO/M. Kornmesser

Pero no es el agujero negro más pesado de la Vía Láctea. Ese puesto, que sepamos, lo ocupa Sagitario A*, el agujero negro supermasivo que hay en su centro que tiene unos cuatro millones de veces la masa del Sol y que está a unos 25.900 ± 1400 años luz de nosotros.

Aunque Gaia BH3 sí es el agujero negro más masivo que conocemos en la Vía Láctea que se formó a partir del colapso de una estrella. De ahí lo de agujero negro estelar. Claro que podría perder su puesto, pues la teoría dice que puede haber agujeros negros estelares con hasta 70 veces la masa del Sol. A pesar de que la media de masa de los agujeros negros que hemos ido encontrando está en unas 10 veces la de nuestra estrella.

Impresión artística de Gaia en el espacio con la Vía Láctea al fondo
Impresión artística de Gaia en el espacio con la Vía Láctea al fondo – Gaia: ESA/ATG medialab; Vía Láctea: ESA/Gaia/DPAC; con la contribución de A. Moitinho

Gaia lleva desde activo desde agosto de 2014 en el punto de Lagrange L2 del sistema Sol–Tierra creando un mapa tridimensional de la Vía Láctea con un nivel de detalle sin precedentes. Para ello se encarga de medir con gran precisión la posición y el desplazamiento de cerca de un 1% de la población total de estrellas de nuestra Galaxia, que se estima en unos 100.000 millones. Sus resultados ayudarán a comprender mejor el origen y la evolución de la Vía Láctea. Su misión nominalmente iba a durar cinco años, pero ahí sigue casi diez años después.

Está en Twitter como @ESAGaia.

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