Por @Alvy — 12 de Julio de 2024

Enrico Tartarotti se pregunta en este vídeo ¿Qué ha sucedido con las interfaces de usuario? Es una reflexión sobre la evolución (o desinvolución, según se mire) de las últimas décadas, de cómo ha cambiado la forma visual en que nos comunicamos con los ordenadores desde algo que otrora era imaginativo, impactante y, en cierto modo, exploratorio a iconos todos-iguales, en negro-gris sobre blanco y con exactamente las mismas funciones. ¿No se suponía que esto era el futuro?

Me identifico con lo que cuenta y creo que no soy el único en no saber al cambiar de app si estoy en X/Twitter, Threads, Instagram o Bluesky. Esa desorientación, esa sobriedad minimalista (o más bien, simplista), ese apego a un estándar o patrón de diseño parece en cierto modo la muerte de la creatividad y la imaginación.

Tartarotti cree que hay tres causas por las que esto ha sucedido: las interfaces se han hecho más simples y funcionales, siguen patrones de diseño familiares y consistentes y al mismo tiempo los usuarios ya no necesitan del esquemorfismo, eso de que las apps imiten objetos físicos para entenderlas.

Aunque el vídeo resulta un poco sombrío se dejan entrever algunos ejemplos de detalles de color y originalidad que alegran el día de algunas apps. Es algo que diseñadores como Bertrand Bruandet van publicando en Twitter cada día. Eso sí, parece difícil que vaya a haber un resurgimiento masivo, excepto quizá en nuevos dispositivos, como los visores de realidad virtual. Encontrar ese punto de estética agradable, original y aun así usable parece cada día más difícil.

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Por @Alvy — 8 de Julio de 2024

Un corte transversal detallado en forma de ilustración de la Ciudad amurallada de Kowloon de Hong Kong

Con una densidad equivalente a 1,3 millones de personas por km², en la Ciudad Ciudad amurallada de Kowloon vivían unas 35.000 personas (50.000 según otras fuentes en la propia Wikipedia). Era una especie de gran hormiguero humano con pequeños apartamentos en sus 13-14 plantas en su interior y tiendas, fábricas y negocios. Era un conjunto de bloques de edificios que se ha visto en muchas películas y series; por encima de él, a muy baja altura, pasaban los aviones del aeropuerto cercano.

La ilustración, obra de Hitomi Terasawa, es sencillamente espectacular, con 19.000 píxeles de ancho por 3.500 de alto es una reproducción de la publicada en Kowloon City: An Illustrated Guide (1997) y aunque está en japonés hay algunas explicaciones de los detalles en la página web en que está albergada. Se habla de que antes de su demolición en 1994 vivían 1,3 personas por metro cuadrado (téngase en cuenta que era un conjunto de rascacielos) y se puede ver cómo cada apartamento estaba aprovechado al máximo, con objetos colocados del suelo al techo ocupando cada centímetro cuadrado.

En las terrazas de los bloques de edificios –artificialmente unidos con escaleras y pasadizos– había parques infantiles, antenas de televisión e incluso algún árbol; también había ropa tendida y gente construyendo plantas extra, por si las que había fueran pocas. La planta a pie de calle estaba llena de negocios: restaurantes, dentistas, tiendas de ropa e incluso fábricas. Era todo como un gigantesco «¿Dónde está Wally?» pero completamente real.

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Por @Alvy — 21 de Junio de 2024

Una tipografía que homenajea a un videojuego clásico y se construye pieza a pieza: Tetris Font

Erik Demaine y Martin Demaine (padre e hijo) uno de los equipos más increíbles de matemagos de la antigua y la nueva generación, crearon hace unos años Tetris Font, una increíble tipografía donde las letras se construyen pieza a pieza, exactamente como en el videojuego.

La web que tienen montada para mostrarla permite varias opciones: animar las letras para que se vea el montaje de todas las piezas, incluir rotaciones o no, mostrar los cuadraditos individuales y los puntos de rotación y alguna cosa más. Un JavaScript primitivo pero funcional, donde puedes probar a escribir tu nombre o cualquier otra palabra y ver el resultado.

Una opción curiosa es que se puede ofuscar el texto de prueba / resultado en la URL, pero en hexadecimal, de modo que no se vea a simple vista… A menos que la persona receptora sepa convertir hexadecimal en ASCII «de cabeza», que también hay quien lo hace. El resultado es una URL que acaba en algo como

?text=2%3FE28%40%3F%3AD>%40&rot=1

Y puedes enviar para epatar a tus amistades o sorprenderlas.

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Por @Alvy — 11 de Junio de 2024

Nueva herramienta: encuentra la paleta de colores perfecta con Python

Las PyPalettes son una colección de más de 2.500 paletas de color pensadas principalmente para gráficas en Python. De este modo solucionan una de las situaciones más típicas: que alguien es muy hábil en un campo, por ejemplo la ciencia de datos o la programación en Python, pero al mismo tiempo perfectamente inútil en otro, como la elección de los colores para mostrar los resultados.

En total hay unas 2.500 disponibles en forma de librería (seleccionadas por Joseph Barbier Darnal) y proceden del desarrollo de las gráficas de Python, de modo que han sido seleccionadas por decenas de expertos y sitios como Paleteer, Coolors.co, Matplotlib y Seaborn (ahora Tableu). Para mi gusto no siempre son claras, y a veces incluso un poco estrambóticas, pero lo mejor es que hay cientos y cientos de donde elegir. La web de PyPalettes es obra de Yan Holtz.

Cada paleta tiene con su nombre y se muestra un ejemplo. Se pueden descargar en colores planos RGB o como código Python por su nombre. Las hay con más o menos colores, entre 5 y 12 normalmente, incluyendo degradados de color, resaltados, por incrementos lineales… Además de eso suelen estar disponibles en varios estilos: antiguo, moderno, pop… Por faltas de elección no será.

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