Por @Alvy — 14 de Febrero de 2023

Skip the Line

Soren Inverson publica en su cuenta de Twitter ideas 100% satíricas sobre apps simplemente añadiendo botones con opciones dentro de sus aplicaciones habituales. La cuestión es que por un lado a veces parecen buenas ideas y te planteas el «¿Pero bueno, cuándo van a añadir esto?» pero por otro lado pensándolo bien no parece que sean ideas realizables, sino más bien como salidas de un tuit de El Mundo Today, a medio camino entre los simpático y la barbaridad del humor negro.

Ahí están, por ejemplo, la opción de saltarse la cola en el Starbucks pagando 3 dólares, de modo que el barista haga esperar a las 16 personas que tienes delante (nombre y fotos de avatar incluidos para mayor dramatización) que resulta especialmente cruel. Aunque seguro que tenía su público, como los Fast Pass y los VIP Pass de los parques de atracciones y las aerolíneas.

Uber Eats 'modo dieta'

También está el modo dieta para las aplicaciones de comida a domicilio, que podría implementarse de dos formas: con un aviso en el que pulsando el botón pudieras mágicamente «eliminar 65 calorías» (quizá quitando algún ingrediente de la megahamburguesa) o bien con un modo supervisado por el ministerio de Sanidad y Consumo que filtrara en la app todas las comidas «poco saludables». Pues oye, igual también tendría su público, peeero… críticas iban a llover.

Mi recomendación es seguir su cuenta de Twitter o suscribirse a su boletín para alegrarse un poco el día… O inspirarse, quien sabe. Que la vida es mejor tomársela con humor.

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Por @Alvy — 3 de Febrero de 2023

No sabía que esto existía pero me parece tan divertido como absurdamente necesario: las condiciones Yoda (o Notación Yoda). Es un estilo de programación en el que las dos partes de una expresión, normalmente condicional, están escritas al revés. Funcionar funciona, y es tan correcto como el orden normal, solo que resulta un poco más críptico y menos legible.

if (42 == $valor) { /* ... */ }

// Se lee: "Si 42 igual al valor es..."

Normalmente todo el mundo escribiría una condición de igualdad como esa así: if ($valor == 42)… que se lee «Si $valor es igual a 42, entonces…» en notación Yoda se escribiría if (42 == $valor)…, que técnicamente es lo mismo. Pero si recuerdas cómo hablaba el sabio Jedi en las películas, se leería invirtiendo buena parte de la frase: «Si 42 igual al VALOR es…»

Notación Yoda

Esto me recordó que cuando éramos pequeños, en los meses siguientes al impacto que provocó en nuestros jóvenes y atolondrados cerebros Star Wars: el imperio contraataca (tendríamos unos 13-14 años) nos dio a los chavales del colegio por hablar como Yoda a modo de juego. Podíamos pasarnos todo el día «hablando al revés»; la imitación del personaje era un extra. Puedo asegurar que se hace un poco raro al principio pero luego resulta casi natural. La gracia del asunto aguantar era, y ver quién al revés hablando más resistía. Persistentes eran algunos y días y días pasaban… Ganador resultaba el último en del juego retirarse; maestro Jedi era nombrado.

Actualización – Albert nos escribió para apuntarnos otra ventaja de la notación Yoda aparte de la puramente humorística, al menos para los programadores de C y PHP:

La notación Yoda resulta útil también porque cuando se quiere escribir «if ($valor == 42)» el programador puede por error escribir «if ($valor = 42)» y el compilador no se «queja». El resultado es un programa que no hace para nada lo que se pretendía: iguala la variable al valor 42, en lugar de compararla con 42.

Si usas siempre las condiciones Yoda cuando escribes por error = (asignación) en lugar de == (comparación de igualdad) se generará un error de compilación y el programador quedará alertado para arreglarlo.

Más – Néstor también nos escribió pero con buenos argumentos en contra (con los que coincidimos):

Las condiciones Yoda son una aberración que nunca debería haber existido. Hacen el código difícil de leer, que es uno de los peores pecados que se pueden cometer al programar (ya sabéis: «el código se escribe una vez y se lee mil veces») a cambio de ningún beneficio en absoluto. Es urgente destruirlas con fuego lo antes posible.

This is the way.

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Por @Alvy — 2 de Febrero de 2023

Dia de La Marmota

¡Hoy es el día! El día de la marmota, 2 de febrero. Uno de los más curiosos, fluzeantes y divertidos, inmortalizado en la entrañable película de Bill Murray, Groundhog Day. Su título en España fue Atrapado en el tiempo (1993, Harold Ramis) aunque todo el mundo la conoce simplemente como El Día de la Marmota.

Película de culto como ninguna, de esas que podrías ver quince o veinte veces sin problemas: está en el imaginario popular, algunas cadenas de televisión la emiten si parar durante las 24 horas e incluso se ha colado «oficialmente» en los rankings de las mejores películas «de culto» de las últimas décadas.

Por alguna extraña razón es un largometraje especialmente popular entre los geeks (!?) Tal vez sea por esa sensación de déjà vu perpetuo, el constante «viaje en el tiempo» –aunque no se desvela nunca el mecanismo subyacente– su fino humor inteligente o todo a la vez. ¿Una demostración del alcance de esos fans? Según los que la han revisado una y otra vez el protagonista pasa más de 33 años atrapado en el mismo día. Si alguien del MundoReal™ dedica tanto tiempo a hacer esos cálculos… será por algo.

Existe una web oficial del Día de la Marmota con todas las preguntas frecuentes sobre Phil, Pronosticador de Pronosticadores, Vidente de Videntes, el simpático roedor que «predice» hasta cuándo durará el invierno. El acto tendrá lugar como siempre en la localidad de Punxsutawney (Pensilvania, Estados Unidos). Veremos qué tal se da este año.

Ampliaremos información en cuanto se sepa si la marmota Phil ha visto su propia sombra o no. Ese detalle es el que, según el folklore popular, predice si el invierno terminará pronto o se alargará más de lo que muchos quisieran.

Neil Fennell hizo hace años este curioso montaje de los 37 días de la marmota (Every Day in One Day) que se ven en pantalla durante la película, pues del resto sólo se habla. Están sincronizados para que coincidan exactamente, aunque sean sólo unos pocos fotogramas, para así poder ver las diferencias entre los diferentes bucles.

Actualización – Este año de nuevo la marmota Phil ha visto su propia sombra y por tanto –si crees en la capacidad de predicción meteorológica del simpático roedor, que es nula– en los Estados Unidos al menos les quedan seis semanas de frío invierno.

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Por @Alvy — 22 de Enero de 2023

TimeMyMeeting.com | Time your meetings with a fun twist!

TimeMyMeeting.com es un divertido cronómetro web con una única función: medir la duración de una reunión, pero con «gracia». Después de hacer clic comienza la cuenta y los comentarios que van apareciendo sobre el tiempo transcurrido tienen su doble lectura, por decir algo.

Los primeros aparecen lógicamente muy rápido y tienen que ver más bien con récords de velocidad: el de los 100 metros lisos, el tiempo que voló el primer avión de los Hermanos Wright o cuánto tarda un Fórmula 1 en parar en boxes. Luego la cosa se va ralentizando y cuando pasa de los 15 y 30 minutos es razonablemente más pausada.

Eso sí, si la cosa se alarga más allá de lo razonable –y «lo razonable» depende mucho de la idiosincrasia de cada grupo– las métricas comenzará a dispararse con duraciones de una, dos horas o más. Se aplicarían a reuniones que aburrirían tanto a las ovejas como a los mejillones del Cantábrico, por decir algo. Por eso hay que tener cuidado para que salte un: «con lo que está durado esta reunión podríamos haber visto El padrino». O, peor aún, la duración de alguna trilogía completa de El señor de los anillos o Star Wars, que todo puede ser. ¡Ánimo!

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