Por @Alvy — 2 de Junio de 2023

Submarinos, asteroides y memoria

Iván nos escribe de vez en cuando para adelantarnos algunas de sus creaciones en cuanto a juegos retro, ahora también para el Apple Watch, además del iPad y el iPhone. En este caso hemos podido probar versiones de Sea Battle, Asteroids y Simon, aquí llamados simplemente WatchG30, Watchteroids y Simori.

Submarinos, asteroides y memoriaWatchG30 es una recreación del mítico reloj Casio Game-301, donde además de ver la hora, fecha y alarmas se podía jugar capitaneando un submarino al que los barcos enemigos lanzan cargas de profundidad. Es probablemente uno de los juegos más simples del mundo, con un único botón para moverse (hay solo tres posiciones posibles) y otro para disparar. A medida que se avanzan niveles aumenta la velocidad; yo conseguí llegar hasta el 7 o el 8 con cierta dificultad.

Watchteroids es una simpática versión de la eterna máquina de los Asteroides reducida a su mínima expresión. Aunque el aspecto es estupendo aquí el problema es la gran cantidad de controles del arcade original: botones para girar en uno y otro sentido, disparar, impulsarse o saltar al hiperespacio. La solución es que aquí «donde se hace clic es donde se dispara» y moverse pasa a ser un poco secundario. También hay un «salto al hiperespacio» bastante benévolo… ¡Y ovnis!

Simori reproduce el clásico juego de memoria con un aparato de cuatro teclas, cuatro botones y cuatro tonos musicales. Un clásico entre los clásicos al que cualquiera puede jugar y que siempre es un reto por aquello de «autosuperarse».

Los juegos se pueden descargar para los diferentes sistemas (iPhone, iPad, Apple Watch) directamente en la App Store. Recomiendo no perderse ninguna de sus otras creaciones porque se gozan bastante.

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Por @Alvy — 2 de Junio de 2023

TimeGuessr

TimeGuessr es una suerte de combinación de GeoGuessr y Chronophoto, un juego consistente básicamente en adivinar el año y lugar en que están tomadas cinco fotografías y sumar punto cuanto más te aproximas.

Para datar las fotos se puede intuir la época por el aspecto y atuendos de los protagonistas, por el hecho de que estén en blanco y negro o en color –aunque esto a veces es un poco engañoso– o por cualquier otro detalle, como que sean fotos de eventos históricos o noticiosos.

En cuanto a la ubicación, muchas veces aparecen carteles, matrículas, uniformes, monumentos o edificios fácilmente reconocibles. Ahí se puede llegar a afinar sobre el mapa tanto como quieras, porque el zoom no tiene límite; de hecho cuanto más cerca se esté del lugar donde está tomada la foto, mejor que mejor.

TimeGuessr es entretenido y cada día tiene cinco fotos distintas como reto, que proporcionan entre 0 y 5.000 puntos por pregunta (tanto para la fecha como para el lugar) aunque los errores de bulto, por ejemplo creo de que más de 30 años, te dejan a cero. Muy entretenido.

(Vía Flowing Data.)

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Por @Alvy — 30 de Mayo de 2023

Este fantástico vídeo de la gente de Brick Technology muestra la evolución de un reloj de Lego capaz de contar hasta diez millones de años, casi el fin de los tiempos, o al menos lo suficiente como para que estemos todos criando malvas despreocupándonos del mundanal ruido.

Los primeros minutos están dedicados a mostrar la base técnica mediante la cual se convierten los movimientos básicos y primitivos de la gravedad y la energía potencial para mover un mecanismo de péndulo básico, que con ciertos ajustes permite conseguir un tic de un segundo.

Con estos mecanismos la rueda del escape gira a una velocidad de un diente por segundo exactamente; la forma de conseguir que no deje de funcionar es mediante una pesa que «da cuerda» y se rebobina. Es especialmente interesante cómo añadiendo un diferencial se consigue poder darle cuerda sin que el movimiento se detenga, algo importante para el proyecto.

A continuación se instala un motor eléctrico y un par de sencillos sensores que activan el rebobinado cuando la pesa llega a la zona inferior del reloj y se detiene cuando vuelve a estar arriba, garantizando de este modo un rebobinado perpetuo –al menos mientras haya energía eléctrica, que en este caso proviene de una pequeña placa de energía solar– que es la base del invento.

Luego se van añadiendo ruedas dentadas y esferas para indicar segundos, minutos, horas, días, semanas, meses, años, décadas, siglos, milenios, miles de años y «años galácticos» (que es el tiempo necesario para que el Sol orbite una vez alrededor del centro de la Vía Láctea).

Todo esto se hace mediante una combinación de contador numérico por un lado y esferas personalizadas por otro, una auténtica maravilla sobre todo si se tiene en cuenta que se están utilizando sencillas piezas de Lego. Piezas que desde luego no durarían diez millones de años debido al desgaste y acabarían seguramente desintegradas como lágrimas en la lluvia.

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Por @Alvy — 29 de Mayo de 2023

Star Wars – High Score Table Credits

Alguien ha tenido la santa paciencia de recopilar decenas y decenas de capturas de pantalla de videojuegos de máquinas recreativas antiguas con los récords que aparecían al final del juego. Y luego investigar a qué nombres reales correspondían, normalmente a los desarrolladores de los juegos y el hardware de cada máquina.

Y es que cada vez que la máquina se reseteaba a los ajustes de fábrica al arrancar mostraba algunos nombres –generalmente iniciales– y puntuaciones para que quienes jugaran tuvieran algún objetivo que superar. Están todos aquí: Arcade Authorship – High Score Table Credits.

Entre los nombres habituales aparecen algunos muy conocidos, como el de Eugene Jarvis (Defender, Robotron 2048), y otros que eran nombres corporativos o que hacían referencia al juego, como K.O, N.A, M.I (en algunos juegos de Konami Industries) u OBI, WAN, HAN en Star Wars.

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Un libro de @Alvy y @Wicho

Se suponía que esto era el futuro | un libro de Microsiervos, por Alvy y Wicho

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Ciencia, tecnología y mucho más
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