Por @Wicho — 24 de Septiembre de 2020

Impresión muy artística del planeta Pi
Impresión muy artística del planeta Pi – NASA Ames/JPL-Caltech / T. Pyle, MIT

Aunque la misión del telescopio espacial Kepler terminó en octubre de 2018 una vez exprimido hasta el límite su combustible los datos que recogió a lo largo de su carrera aún siguen produciendo resultados. Tal es el caso con el planeta extrasolar K2-315 b, descubierto en datos obtenidos en 2017 por el telescopio. Sólo que más que por su nombre oficial va a ser más bien conocido como el planeta Pi porque orbita su estrella cada 3,14 días.

El anuncio de su descubrimiento está en π Earth: A 3.14 day Earth-sized Planet from K2's Kitchen Served Warm by the SPECULOOS Team. Lo de SPECULOOS, aunque suena a nombre de galleta, es porque su existencia fue confirmada mediante observaciones de los telescopios del proyecto SPECULOOS.

Pi es un planeta que tiene el 95% del radio de la Tierra. Dado que fue detectado por el método de los tránsitos no sabemos su masa. Pero sí, dadas las características de K2-135, la estrella que lo alberga, que está a unos 186 años luz de la Tierra, y la distancia a la que Pi está de ella, podemos estimar que la temperatura en la superficie del planeta es de unos 180 ºC. Así que no estaríamos excesivamente cómodos en él.

Aunque suena un poco contraintuitivo K2-135 b es el primer planeta estrasolar que se detecta orbitando esa estrella. Por convenio la a se reserva para la estrella propiamente dicha, aunque por lo general no se usa al referirse a ella.

Lo cierto es que dado el ritmo al que descubrimos planetas extrasolares probablemente no le habríamos hecho mucho caso de no ser por lo del año de Pi días. Porque no tiene ninguna característca aparte de eso que lo haga muy, muy especial si dejamos aparte que estamos hablando de un planeta que hemos encontrado a 186 años luz de nosotros, claro. Aunque lo que ya hubiera sido lo máximo es que estuviera en órbita alrededor de K2-314, el sistema planetario número 314 salido de los datos de la misión K2 de Kepler.

Pero casi mejor que no haya sido así. No quiero imaginar cómo se iba a poner Iker Jiménez con una coincidencia así.

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