Jakob Nielsen –alabado sea– propuso en 2006 lo que se conoce como regla del 90-9-1 para describir la desigualdad en la participación de los usuarios en comunidades digitales. Según esta regla:
- El 90% son observadores pasivos (lurkers).
- El 9% participa ocasionalmente.
- Solo el 1% son participantes activos y de hecho generan la mayoría del contenido.
Este fenómeno, ampliamente documentado desde los tiempos remotos de Usenet, sigue presente en redes sociales, foros, blogs o incluso sitios como la Wikipedia o Amazon. En Wikipedia un porcentaje nimio de los usuarios registrados (0,1%) realiza más del 80% de las ediciones; unos 900 usuarios han hecho más de 100.000 ediciones (!) En Amazon un reducido grupo de usuarios firma decenas de miles de reseñas. En el mejor de los casos, las comunidades más profesionales o maduras, la regla puede pasar a ser la regla del «80-19-1».
A esto habría que añadirle el fenómeno troll que hace que por su insana naturaleza aquellos que buscan molestar o llamar la atención «para que les hagan casito» estén en el grupo de los participantes más activos. Eso sin contar los trolls psicópatas que buscan fastidiar específicamente a alguien, o los profesionales que incluso cobran dinero por ello, metidos en guerras de marcas, reputación o política. Menudo panorama.
Todo esto distorsiona la percepción de las comunidades y afecta a la toma de decisiones:
- Opiniones que se tienen en cuenta «porque hay muchas» pero en realidad no son auténticas.
- Empresas que analizan reseñas que en realidad no son representativas.
- Compradores que se guían por recomendaciones de una minoría hiperactiva.
- Anunciantes que prefieren no estar en sitios sucios por lo enrarecido de las conversaciones, troles, insultos…
No existía en 2006 una forma de evitar este problema, pero algo hemos ido aprendiendo en dos décadas. Detalles como que los historiales de compras o participación son relevantes. Que en sitios como LinkedIn es justamente donde la reputación es intachable por naturaleza –¿quién querría ver un borrón en su curriculum profesional?– y eso permite identificar correctamente a los participantes de una conversación. O que cuando hay que pagar, se acaban las bromas, por ejemplo en sitios con barreras de entrada simbólicas (0,99€/mes) apenas hay spam o troleos, porque cada spam cuesta dinero.