Por @Wicho — 2 de Noviembre de 2018

La sonda Dawn de la NASA no se comunicó con el control de la misión en sendas sesiones programadas para los días 31 de octubre y 1 de noviembre. Eliminadas otras posibilidades el equipo de la misión ha llegado a la conclusión de que a Dawn se le ha terminado el combustible de los motores de maniobra, con lo que ya no puede orientar sus antenas para comunicarse con la Tierra ni apuntar sus paneles solares hacia el Sol para recargar sus baterías.

Así que no queda otra que dar la misión por concluida. Ha durado tres años más de lo previsto y ha cumplido con creces todos sus bjetivos.

Lanzada el 27 de septiembre de 2007, la sonda Dawn de la NASA estuvo en órbita alrededor del asteroide Vesta, el segundo objeto con más masa del cinturón de asteroides y el tercero en tamaño, entre julio de 2011 y diciembre de 2012. Después partió hacia su destino definitivo, el planeta enano Ceres, a donde llegó en marzo de 2015. Esto convirtió a Dawn en la primera sonda en orbitar dos astros distintos.

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Impresión artística de Dawn llegando a Ceres – NASA/JPL-Caltech/UCLA/MPS/DLR/IDA

Esa hazaña fue posible, aparte de por el magnífico trabajo del equipo de la misión que fue solventando o buscando soluciones alternativas a los problemas técnicos que fue desarrollando la sonda durante su misión, gracias a los tres motores de iones que montaba, aunque se usaban de uno en uno, que usaban xenón como propelente.

Los motores de iones son como diez veces más eficientes que los motores cohete tradicionales, así que los 452 kilos de xenón que levaba Dawn a bordo le permitieron llevar a cabo un cambio de velocidad de más de 10 kilómetros por segundo a lo largo de toda su misión, mucho mayor que la de cualquier otra nave espacial haya conseguido tras la separación de su lanzador con el combustible de a bordo. Y con un uso tan eficiente del xenón que hasta se manejaron planes para llevar a Dawn a un tercer cuerpo del cinturón de asteroides, pues aún quedaba el suficiente como para eso, aunque la NASA al final decidió que la misión terminaría sus días en órbita alrededor de Ceres.

Eso sí, los motores de iones son lentos: a Dawn le llevaba cuatro días acelerar de cero a cien. Pero no tienen ningún problema en funcionar durante meses y meses seguidos mientras tengan propelente y una fuente de electricidad, que en el caso de Dawn eran unos paneles solares de 36,4 m2.

Dawn, que significa amanecer, fue bautizada así porque estaba diseñada para visitar dos cuerpos que se formaron en los primeros tiempos del sistema solar y que sin embargo son muy diferentes. Vesta es rocoso y seco; muy parecido a la Luna. Ceres, por su parte, tiene una superficie formada por hielo de agua y varios minerales hidratados como carbonatos y arcillas.

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Los intrigantes depósitos de sales en el cráter Occator de Ceres

La idea era estudiar la formación del sistema solar, en concreto la de planetas rocosos y la de los cuerpos helados; también ayudarnos a comprender en qué condiciones un planeta puede tener agua. También era una prueba de fuego para los motores de iones, que han demostrado con creces que son viables para misiones de este tipo.

Y aunque la misión ha terminado los científicos de todo el mundo seguirán trabajando durante años con los datos recogidos durante estos once años; misiones como Hayabusa 2, Osiris–Rex o NewHorizons siguen en activo y haciendo estudios similares a los de Dawn.

Dawn, por su parte, seguirá en órbita alrededor de Ceres, quizás para siempre.

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