Por @Wicho — 29 de Julio de 2008

Después de darle muchas vueltas al tema y de probar varias formas de hacerlo el brazo robot de la sonda Phoenix Mars Lander de la NASA consiguió finalmente hacerse con una muestra de suelo helado para someterlo a análisis en uno de los hornos del instrumento TEGA, que está diseñado para detectar los distintos componentes que lo puedan formar.

Pero, demostrando que la ley de Murphy es universal, al intentar depositar esta muestra en el su sitio esta se quedó pegada al cangilón que las recoge, y aún después de activar el raspador del brazo para ver si las vibraciones hacían que se despegar y cayera en su sitio los sensores del TEGA indicaron que no había caído apenas material en el interior del horno, con lo que las puertas de este no se cerraron: Lander Collects Icy Soil But Needs To Work On Delivery.

La muestra que no se quiso despegar - NASA/JPL-Caltech/University of Arizona/Max Planck Institute
Soil Still in Scoop After Sample-Delivery Attempt: La muestra fotografiada por la cámara del brazo robot después de haber intentado dejarla en el TEGA - NASA/JPL-Caltech/University of Arizona/Max Planck Institute

La buena noticia, de todos modos, es que aunque los responsables de la misión temían que al activar de nuevo el TEGA este pudiera sufrir un cortocircuito que lo dejara inutilizado eso no sucedió y parece que podrá seguir utilizándose sin problemas.

De todos modos, ya han pasado 60 soles (días marcianos) desde que la PML llegara a Marte, con lo que apenas le quedan 30 días de su misión nominal para conseguir hacer estos análisis, y el problema es que, a diferencia de Spirit y Opportunity, los rovers que también tenían una duración prevista de 90 días pero que ya llevan tres años y medio en funcionamiento, Phoenix no puede moverse, con lo que cuando llegue el invierno marciano quedará cubierta de hielo y hay pocas posibilidades de que vuelva a funcionar una vez que pase el invierno, así que la cosa empieza a correr un poco de prisa.

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