Por @Wicho — 25 de Abril de 2013

Impresión artística del púlsar PSR J0348+0432 y su compañera enana blanca
Impresión artística del púlsar PSR J0348+0432 y su compañera enana blanca

Aún para tratarse ser un púlsar PSR J0348+0432 es un objeto peculiar. Se trata de una estrella de neutrones que gira 25 veces por segundo sobre si misma y que con un diámetro de 20 kilómetros acumula el doble de masa que el Sol, lo que lo convierte en el púlsar más pesado descubierto hasta la fecha.

Esto quiere decir, en términos cotidianos, que si pudiéramos separar una porción de masa del centro de PSR J0348+0432 del tamaño de un terrón de azúcar este pesaría algo más de mil millones de toneladas.

Con esta masa el campo gravitatorio de PSR J0348+0432 es unos 300.000 millones de veces más fuerte que el de la Tierra.

Estrella de neutrones y Manhattan - NASA/Goddard Space Flight Center
Estrella de neutrones y Manhattan - NASA/Goddard Space Flight Center

Además, por si fuera poco, PSR J0348+0432 tiene como compañera a una enana blanca que lo orbita cada dos horas y media.

Estas condiciones de gravedad extremas y el disponer de esta compañera lo hacen ideal para someter a prueba algunas teorías que hacen predicciones distintas a las de la teoría de la relatividad general de Einstein, pues estas otras teorías sólo presentan diferencias con la de Einstein en campos gravitatorios extremadamente fuertes.

Según las predicciones de la teoría de la relatividad general el que estas dos estrellas estén tan juntas provoca que pierdan energía en forma de ondas gravitacionales, lo que a su vez provoca una ralentización del periodo orbital de la enana blanca.

Tal y como se puede leer en Einstein tenía razón — por ahora las predicciones de Einstein dicen que esta ralentización tendría que ser de 8 millonésimas de segundo por año, y este es precisamente el valor obtenido mediante observaciones hechas con el VLT del Observatorio Europeo Austral, el telescopio William Herschel del Instituto de Astrofísica de Canarias, y los radiotelescopios de Effelsberg, Arecibo y de Green Bank.

Así que un punto más para Einstein cuya teoría de la relatividad general ha visto una y otra vez como se confirman sus predicciones, y un punto en contra de esas otras teorías que preveían otros valores para la ralentización orbital de la enana blanca.

Y otro punto, por lo menos, para los científicos y los instrumentos que han utilizado, que han sido capaces de realizar estas mediciones tan precisas sobre un objeto que está a unos 6.860 años luz de la Tierra.

Claro que el que Einstein haya resultado reivindicado de nuevo no quita para que la teoría de la relatividad y la mecánica cuántica sigan sin ser compatibles, por lo que los físicos tendrán que seguir buscando una teoría unificada que explique nuestro universo.

O al menos más cosas de las que somos capaces de explicar ahora.

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