En ausencia de la sensatez, sí: la lengua puede quedarse pegada en un metal helado —igual que un dedo en la superficie de un congelador antiguo o en un cubito de hielo.
Will Your Tongue Really Stick to a Frozen Flagpole? — Cuando la lengua toca el asta la humedad de la lengua se condensa en gotitas de agua que se congela entre los diminutos poros e irregularidades de la lengua, uniéndose a la humedad que se congela en el asta, y así quedas pegado.
Recorte parcial del gráfico de Will Your Tongue Really Stick to a Frozen Flagpole?; gráfico de George Frederick / LiveScience.
(Vía Militantplatypus.)