Por @Alvy — 13 de Marzo de 2013

El efecto es realmente curioso: emitir una onda sinusoidal a 24 Hz al tiempo que se graba a 24 fotogramas por segundo. El resultado ya lo habíamos visto en experimentos similares, aunque un poco diferentes: aunque el chorro cae normalmente con cierto desplazamiento por las vibraciones –algo normal y corriente– al capturar únicamente algunos fotogramas de forma sincronizada con la frecuencia de la onda el agua parece moverse «mágicamente».

Lo más divertido también aparece en la secuencia: grabar a 23 Hz, haciendo que parezca que el tiempo va «hacia atrás» de forma bastante realista, con el agua subiendo y volviendo al grifo como si tal cosa.

(Vía Colossal.)

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