Por @Wicho — 3 de Octubre de 2023


El corazón del cerdo durante los preparativos para el trasplante – UMMS

El pasado 20 de septiembre Lawrence Faucette se convirtió en la segunda persona de la historia en recibir el trasplante del corazón de un cerdo. En el momento de escribir esta anotación sigue internado pero respira por sí mismo y su corazón funciona bien sin ayuda de dispositivos de apoyo. La operación fue llevada a cabo por un equipo de profesionales de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland en el Centro Médico de la Universidad de Maryland.

Por diversas complicaciones Faucette no era candidato a recibir un corazón humano y por ello aceptó participar en este procedimiento experimental. Igual que en el caso de David Bennett, la primera persona en recibir un trasplante de este tipo, ha tenido que recibir una autorización especial de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los Estado Unidos Unidos.

Hace tiempo que se usan de forma rutinaria válvulas cardíacas de los cerdos en seres humanos; algunos pacientes con diabetes han recibido células de páncreas de cerdo; y la piel de cerdo también se ha utilizado como injerto temporal para pacientes con quemaduras. Pero los casos de los señores Bennett y Faucette son los primeros en los que se trasplanta un órgano.

Eso sí, el corazón que recibió el señor Bennett no era un corazón de un cerdo cualquiera sino el de un cerdo alterado genéticamente. Cuatro genes habían sido desactivados, incluyendo uno que codifica una molécula que provoca un fuerte rechazo en los seres humanos, y otro que inhibe el crecimiento del órgano para adaptarlo al espacio disponible en el pecho de una persona. También se le habían insertado seis genes humanos para ayudar a limitar el rechazo.

El señor Bennet falleció unos dos meses después de recibir su nuevo corazón. Aunque al principio no tenían claro el motivo el equipo médico cree ahora que es porque el corazón trasplantado conservaba restos de un virus porcino que ahora saben detectar y eliminar. Además, han cambiado el tratamiento contra el rechazo.

Faucette tiene 58 años frente a los 57 que tenía Bennet pero su estado, aunque terminal, era menos deteriorado que el de Bennet, lo que también hace concebir esperanzas de que todo vaya mejor.

Ralacionado,

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