Por @Wicho — 20 de Mayo de 2018

QueqiaoUna de las misiones espaciales más ambiciosas que prevé lanzar China en 2018 es la Chang'e-4, que tiene como objetivo colocar un aterizador y un rover en el lado oculto de la Luna, algo que será la primera vez que hagamos. Pero como el lado oculto de la Luna, como su propio nombre indica, nunca se ve desde la Tierra es imposible comunicarse con el aterrizador y el rover a menos que se use un satélite que haga de relé de comunicaciones desde un lugar en el que esté a la vista tanto de la Tierra como del lado oculto de la Luna.

Y esta es precisamente la misión de Queqiao, el puente de urracas de la leyenda tradicionale china del vaquero y la tejedora. Se colocará en el punto de Lagrange L2 del sistema Tierra–Luna, a unos 60.000 kilómetros de ésta. Desde ahí puede proporcionar comunicaciones prácticamente continuas entre el control de la misión y el lado oculto de la Luna, el Sol siempre incide sobre sus paneles solares, y además requiere muy poco combustible para mantener la posición.

Trayectoria de Queqiao

La idea de usar una órbita como ésta para colocar un satélite para hacer de relé de comunicaciones desde el lado oculto de la Luna fue propuesta hace más de 40 años por Robert Farquhar, un especialista en diseño de misiones de la NASA, y si todo va bien Queqiao demostrará en la práctica la viabilidad de la idea por primera vez.

El lanzamiento de Queqiao está previsto para unos segundos después de las 23:00, hora peninsular española, del 20 de mayo de 2018, a bordo de un cohete Larga Marcha 4C. Será el decimoquinto lanzamiento espacial chino del año de los más de 40 que quiere llevar a cabo.

Estará en su posición unos ocho o nueve días después de su lanzamiento, con tiempo para comprobar que todos los sistemas funcionan correctamente antes del lanzamiento de la misión Chang'e-4, previsto para unos seis meses después.

Aparte de sumisión como relé de comunicaciones Queqiao lleva a bordo el instrumento NCLE, de Netherlands Chinese Low-Frequency Explorer, diseñado en colaboración con los Países Bajos. Su objetivo es medir ondas de radio generadas en el periodo inmediatamente posterior al Big Bang, cuando se formaron las primeras estrellas y galaxias, ondas de radio que son absorbidas por la atmósfera terrestre, con lo que no se pueden escuchar desde tierra.

También va acompañado de los microsatélites gemelos Longjiang-1 y 2 que quedarán en órbita alrededor de la Luna con el objetivo de observar el cielo a frecuencias muy bajas (1 MHz-30 MHz), correspondientes a longitudes de onda de 300m-10m, que tampoco se pueden estudiar desde tierra debido a la ionosfera.

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