Por @Wicho — 13 de Mayo de 2005

Hoy hace dos semanas que instalé Mac OS X 10.4 a.k.a. Tiger en mi PowerBook por el viejo método de «los dos cojones y medio cerebro» y la verdad es que la experiencia ha sido positiva, bastante más que en el caso de Dan Gillmor, que ha decidido comprar un PowerBook nuevo porque ha tenido problemas con la migración a Tiger, tal y como cuenta en Apple's Beta Operating System.

Cosas que me han llamado la atención:

  • Sufrí dos cuelgues absolutos, de esos de reiniciar con Comando-Control-Tecla de encendido, lo que ya ni me acuerdo de la última vez que me había pasado.

  • De todos modos sospecho que estos cuelgues pueden estar relacionados con que tras la instalación el catálogo de Spotlight estaba mal creado y sólo funcionaba a medias; lo volví a crear añadiendo el disco entero a la pestaña de privacidad y luego quitándolo. Después de eso Spotlight funciona correctamente, y tenga relación o no, no sufrí ningún cuelgue más.

  • Ahora el sistema lleva un registro de las impresiones que vas haciendo y su resultado, pero lo curioso es que en mi cacharro aparecen resultados de impresiones realizadas meses, muchos meses, antes de que saliera Tiger. Esto en si no es ningún misterio, es evidente que lee un archivo que ya existía, pero en un momento dado puede suponer un pequeño problema de privacidad.

  • Definitivamente me gusta Dashboard, a pesar del problemilla de los widgets que se instalan «por el morro»; lo prefiero a Konfabulator porque los widgets permanecen ocultos mientras no los necesitas. Mis favoritos por ahora, WikiWidget y el de consultas al diccionario de la RAE que ha hecho José antonio.
Todavía me queda mucho que trastear con Tiger para aprovecharlo a fondo, pero desde luego la impresión es que Mac OS X mejora con los años, igual que un buen vino.

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