Por @Wicho — 5 de Diciembre de 2018

Según cuenta la Agencia Espacial Europea en BepiColombo enciende sus motores la primera misión europea a Mercurio acaba de superar otro punto crítico con la comprobación del correcto funcionamiento de los cuatro motores de iones que la tienen que llevar a su destino.

Comenzando el día 20 de noviembre de 2018 desde el control de la misión han ido probando cada uno de ellos llevándolos poco a poco hasta el máximo de su potencia –125 milinewtons, el equivalente a la fuerza que hace una pila AAA sobre la palma de tu mano– durante periodos de cinco horas.

Todos ellos respondieron como se esperaba, dentro de un 2% de sus parámetros de diseño, con lo que el 2 de diciembre la nave llevó a cabo su primera maniobra después de su lanzamiento, maniobra en la que se usaron dos de los motores.

Los motores de iones del Módulo de Transferencia a Mercurio (MTM), que básicamente contiene los motores y el sistema de guiado que llevará todo el conjunto hacia Mercurio son fundamentales para el éxito de la misión pues es imposible enviar una nave espacial en una trayectoria directa a Mercurio, al menos con la tecnología de la que disponemos actualmente.

Por eso la misión tiene que usar una asistencia gravitatoria de la Tierra, dos de Venus y siete de Mercurio para perder velocidad, además del trabajo que hagan sus motores de iones, para ir perdiendo velocidad y así poder entrar en órbita alrededor del planeta.

En total los motores de iones se usarán en hasta 22 periodos en los que, manteniéndolos encendidos durante meses, su pequeño impulso será suficiente para llevar a BepiColombo a lo largo de este complejo viaje, que si todo va según lo previsto terminará cuando el 5 de diciembre de 2025 la gravedad de Mercurio capture los dos módulos de ciencia de la misión.

La misión está en Twitter como @BepiColombo, aunque los distintos módulos que la componen tienen también sus propias cuentas.

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