Por @Wicho — 5 de Octubre de 2015

Sound Blaster FRee y MacBook Air

Me ha encantado el Sound Blaster FRee que nos han dejado para probar, un altavoz portátil bluetooth de los que hay decenas en el mercado, pero en este caso me parece que reúne una serie de características que lo hacen destacar, al menos de entre los que he podido probar recientemente.

Para empezar, sus dos altavoces estéreo de 40 milímetros de 2×4 vatios y su «radiador pasivo trasero» suenan muy bien, aunque no tengo claro que se muy útil que sean estéreo. Se puede poner en pie, para dar un sonido más envolvente cuando quieres usarlo para ambientar una habitación, o bien tumbado delante de ti cuando lo estás usando a solas.

El botón Loud sirve para dar más cuerpo a la música, aunque usarlo reduce la duración de la batería, no reemplazable por el usuario, que según cómo uses el FRee tiene una autonomía de hasta diez horas; la función Loud se desconecta al apagar y encender el altavoz.

Sound Blaster ofrece una aplicación para OS X, que no un panel de control a pesar de su nombre, que permite ajustar los parámetros de funcionamiento del altavoz y crear distintos perfiles de ecualización para él.

Una de las cosas que diferencia al FRee de su competencia es que además de servir como altavoz y manos libres bluetooh con perfiles A2DP (Bluetooth estéreo inalámbrico), AVRCP (control remoto para Bluetooth), HFP (perfil manos libres) y HSP (perfil de cascos con micrófono), también soporta la entrada de audio vía USB, que también se usa para cargarlo, vía conector estéreo de 3,5 milímetros, lo que lo hace compatible con casi cualquier reproductor de música del mercado, y, además, desde una tarjeta microSD/microSDHC/microSDXC de hasta 32 gigas.

La tarjeta microSD es la que manda cuando está insertada, así que si le das al play con una dentro dejará de sonar cualquiera otra de las entradas que estén conectadas; soporta la reproducción de mp3 de hasta 320 kbps, wav de 16 bits de 8 a 48 KHz, y FLAC de 16 bits, también de 8 a 48 KHz.

Las canciones de la tarjeta se reproducen en orden alfabético y en bucle, carpeta tras carpeta y subcarpetas si las hay en el directorio raíz de la tarjeta, o bien en modo aleatorio si pulsas el botón correspondiente; si mantienes el botón de retroceso o de avance pulsados salta a la carpeta anterior o siguiente.

Botones y conexiones

Estos botones funcionan también para controlar el dispositivo desde el que estés escuchando música vía bluetooth gracias al perfil AVRCP, no sólo para la música sino también para controlar las llamadas telefónicas; el micrófono, con reductor de ruidos incorporado, funciona muy bien en esta función, aunque no se puede usar para grabar audio en la tarjeta microSD.

Si entra una llamada por bluetooth mientras estás escuchando música esta toma prioridad sobre cualquiera de las fuentes.

La conexión bluetooth soporta hasta dos dispositivos asociados a la vez, con lo que si uno deja de transmitir y empieza a hacerlo a otro el FRee pasará de uno a otro sin que tengas que hace nada, aunque tardará unos segundos en reaccionar.

Free e iPhone

El FRee mide 71,1×200,8×68,5 mm, lo que viene a ser algo menos que dos latas de refresco apiladas, y pesa 446 gramos, así que te lo puedes llevar a cualquier sitio contigo, aunque aquí es el único apartado en el que echo algo de menos en este altavoz, y es algo tan tonto como una anilla para poder engancharle una correa, mosquetón o similar para poder llevarlo más fácilmente, o incluso colgarlo de la bolsa, mochila, o lo que lleves.

Tiene certificación IEC 60529 IPX4, lo que quiere decir que tiene una cierta protección contra sólidos, aunque la X no especifica cuanto, y que es resistente al agua, en concreto a «agua arrojada desde cualquier ángulo a un promedio de 10 litros por minuto y a una presión de 80-100 kN/m² durante un tiempo que no sea menor a 5 minutos», lo que en resumen quiere decir que te lo puedes llevar por ahí sin preocuparte mucho de que se ensucie o se salpique de agua (o cerveza).

Con un precio de unos 87 euros en Amazon el FRee es más caro que otros altavoces que hemos probado recientemente, pero su calidad de sonido y sus características extra como la protección contra suciedad y agua o el poder reproducir desde una tarjeta de memoria hacen que, en mi opinión, merezca la pena si estás buscando un altavoz portátil.

Que ojo, además de portátil funciona perfectamente como altavoz de tu ordenador o como «barra de sonido» para sustituir los altavoces de un televisor si estos no son muy allá.

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