Por @Alvy — 2 de Marzo de 2016

NatGeo tiene un estupendo y extenso artículo sobre la vida en instalaciones remotas y extremas como campos petrolíferos y minas de carbón. En él se da a entender que eso exprimirle el jugo al planeta no es ni fácil ni agradable. Además de peligroso.

Algunos de estos campos están en las gélidas tierras de Noruega, otros en el Ártico Ruso. Si algún lugar es el culo del mundo probablemente muchos de los que se mencionan están cerca de él: Bovanenkovo, Prirazlomnaya, Barentsburg… Si no has oído esos nombres en la vida es lo normal: son minas, campos y plataformas petrolíferas en lugares hostiles para la especie humana: en lo más profundo de la tundra y con temperaturas de muchos grados bajo cero.

Sólo por hacerse una idea: en algunas de las plataformas petrolíferas hay que ir escoltado por rompehielos. En el territorio de Nunavut (Canadá) tienes suerte si no se te comen los lobos. A la mayoría de estos sitios se va a trabajar cada día en moto de nieve.

«Un día en la oficina» bastante distinto al de las ciudades.

El artículo se puede leer al completo en inglés aquí: In the Arctic’s Cold Rush, There Are No Easy Profits.

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