Por @Alvy — 31 de Diciembre de 2004

Este relato lo leí ayer el weblog de Kiruba, un blogger al que sigo hace años, que vive en Chennai, India, una de las zonas afectadas por la catástrofe del maremoto en asia.

Una mañana, muy temprano, un anciano observó a un niño pequeño que estaba en la playa recogiendo algo que había en el suelo y lanzándolo al mar. Al acercarse a mirar qué estaba haciendo exactamente se dió cuenta de que había miles de estrellas de mar que habían sido arrastradas por las olas hasta la arena de la playa. Al amanecer, cuando el sol saliera, la mayor parte de ellas morirían sin duda sobre la arena caliente. El niño estaba pacientemente recogiendo todas las que podía y devolviéndolas al mar.

El anciano se aproximo al niño y le dijo, «Hay miles y miles de estrellas en la arena. ¿Acaso vas a hacer que haya alguna diferencia? Vete a casa, pequeño»

El niño cogió entonces una estrella de mar y miró al anciano, y le dijo: «Señor, no se si podré hacer que haya alguna diferencia para todos estos miles de estrellas de mar. Pero estoy seguro que voy a hacer que sea diferente para esta que tengo aquí.» Y diciendo esto, caminó tranquilamente hasta la orilla y dejó a la estrella en el agua de nuevo.

La cifra de víctimas del maremoto ya se eleva a 125.000, y podría duplicarse en las próximas semanas, debido a las epidemias. Más de un millón de personas han quedado desplazadas de sus hogares — en algún sitio se habla de más de 5 millones afectados de un modo u otro.

La ONU ha cifrado en 500 millones de dólares la ayuda internacional hasta el momento, la mitad del Banco Mundial, el resto aportaciones de diversos países.

En unos pocos días, 100.000 personas a través del 1-click de Amazon han donado 7 millones de dólares (ayer ya había 3,5 millones — de un día a otro se ha duplicado lo recaudado).

Ahora te toca a ti marcar la diferencia:

Por favor, visita los enlaces de la lista y mira a ver si tú también puedes ayudar a salvar alguna otra estrella de mar.

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