Por @Wicho — 7 de Febrero de 2015

No deberían exisitir fronteras para el esfuerzo humano. Por muy dura que nos parezca la vida mientras hay vida hay esperanza.

La teoría del todo (James Marsh, 2015). Eddie Redmayne, Felicity Jones.

En 1963 Stephen Hawking, en aquel entonces un estudiante de doctorado en Cambridge todavía sin tema para su tesis, conoce en una fiesta a Jane Wilde, una estudiante de literatura en la misma universidad.

A pesar de que él es ateo y ella es religiosa, y de que él es de ciencias, como dice al presentársele, y ella de letras, pronto conectan.

La enfermedad empieza a hacer de las suyas

Pero cuando a Stephen le diagnostican esclerosis lateral amiotrófica y le dan dos años de vida él intenta apartarse por todos los medios de ella, lo que en realidad solo sirve para que Jane se empeñe en acercarse más a él, dispuesta a luchar contra la enfermedad y sus consecuencias hasta el final, aún a costa de tener que hacer muchos sacrificios personales.

Para no espoilearla mucho, esta película, basada en el libro autobiográfico de Jane, cuenta la historia de su matrimonio hasta que este termina, un matrimonio complicado, pues en palabras de la propia Jane estaba formado por cuatro: él, ella, la física, y la enfermedad.

Así que poca física, aunque alguna sale, con alguna que otra frase acerca de la búsqueda del conocimiento y cosas así, pero aún así sus dos horas se disfrutan sin problemas.

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