Por @Alvy — 18 de Mayo de 2017

Creo que coincidiremos todos en que el nombre del Proyecto telepatía es un tanto presuntuoso, pero la idea subyacente no está del todo mal, aunque no sea lo que tradicionalmente se entiende por «comunicación de mente a mente».

La otra forma de entenderlo es como técnicamente dicen los investigadores de la Universidad de Bristol (Reino Unido): «comunicación verbal dirigida mediante altavoces 3D y electromiografía facial», que en palabras llanas quiere decir: unos sensores colocados en la boca captan los movimientos al hablar y unos altavoces especiales emiten un haz de sonido finamente dirigido que solo se escucha en un lugar en particular de una estancia (no en todas partes, como es normal).

El sistema de detección del habla es capaz de reconocer hasta diez palabras distintas con una eficacia del 80 por ciento. Lo curioso es que funciona igual de bien tanto si se emite sonido como si no, de forma que no es necesario «hablar en voz alta», tan solo gesticular. Esas palabras son las que luego se regeneran electrónicamente y se envían a través de los altavoces para que únicamente la persona a la que está dirigido el mensaje pueda oírlo.

Hacer «como que se habla» para que otra persona nos escuche. No es telepatía 100% pero se le parece.

El sistema es todavía tremendamente rústico, eso sí. Nada de virguerías miniaturizadas o inalámbricas a lo espía 007: todo son cables, sensores enormes y toscos, cinta adhesiva… Pero la idea ahí queda y no está del todo mal. Y más o menos funciona.

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