Por @Alvy — 10 de Noviembre de 2015

Esta idea de NEC consiste en unas gafas en un entorno de realidad aumentada que convierten parte del brazo en un teclado – o varios, todo depende de la función. El montaje de hardware y software reconoce el dedo del otro brazo moviéndose por esa zona y lo destaca con un círculo, del mismo modo que los «clics» de los dedos. De este modo no hay que llevar un incómodo tecleado físico «atado al cuerpo».

Una curiosidad es que el teclado puede reconvertirse –como ya hacen muchos smartphones– en versiones simplificadas según la entrada de datos que espere el sistema: alfanumérico, numérico, sí/no/cancelar…

(Vía Business Insider.)

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