Restos del avión tras el accidente. A la derecha se ve el montículo sobre el que estaban las antenas del ILS. El avión viajaba de izquierda a derecha – Junta de Investigación de Accidentes Ferroviarios y Aéreos de Corea del Sur
Aunque el informe preliminar sobre el accidente del vuelo 2216 de Jeju Air dice que los dos motores el Boeing 737 que lo llevaba a cabo resultaron parados por la ingesta de aves, un informe interino recién publicado –y retirado a las pocas horas– por la Junta de Investigación de Accidentes Ferroviarios y Aéreos de Corea del Sur, ARAIB, por sus siglas en inglés, afirma ahora que uno de los motores seguía funcionando pero que la tripulación lo apagó por error.
Esto dejó al avión no sólo sin motores sino también sin energía hidráulica ni eléctrica, lo que impidió a la tripulación desplegar el tren e hizo que las cajas negras dejaran de funcionar, pues en esta variante del 737 no tienen un suministro eléctrico independiente.
El informe dice que los análisis de los restos en efecto indican que el motor número dos, el derecho, dejó de funcionar tras ingerir numerosas cercetas del Baikal, unas aves que alcanzan un tamaño de entre 30 y 40 centímetros y unos 450 gramos de peso. Pero que el izquierdo seguía funcionando.
Con los dos motores parados la tripulación no pudo extender el tren de aterrizaje y el avión terminó saliéndose de la pista y destrozándose contra la base de las antenas del localizador de la pista, que en lugar de ser una estructura frangible, como marca la normativa, resultó estar construida en hormigón armado.
Con esto, un aterrizaje forzoso en el que podían haber sobrevivido bastantes de las 181 personas que iban a bordo se convirtió en un desastre en el que sólo dos sobrevivieron cuando el avión se destrozó contra él.
No sería la primera vez que sucede algo parecido. El caso más famoso, quizás, sea el del vuelo 92 de British Midland, que el ocho de enero de 1989 se estrelló mientras intentaba aterrizar en el aeropuerto de East Midlands. En este caso el que falló fue el motor izquierdo del Boeing 737-400 que llevaba a cabo el vuelo. Pero la tripulación apagó el derecho.
Un caso más reciente es el del vuelo 235 de TransAsia Airways, en el que tras un fallo del motor derecho del ATR 72-600 durante el despegue la tripulación se confundió y apagó el izquierdo.
La ARAIB, de todos modos, ha decidido retirar por ahora el informe ante las protestas de las familias de las víctimas y de la delegación sindical de pilotos de la aerolínea, que sienten que el informe interino se despecha culpando a la tripulación de todo mientras ignora factores contribuyentes como el ya citado muro de las antenas del localizador.
Así que habrá que esperar a ver qué información aportan el informe final, tarde lo que tarde, y las investigaciones judiciales abiertas a raíz del accidente.