Por @Wicho

Un A350 a punto de aterrizar visto desde abajo a la derecha con el cielo azul de fondo
Un Airbus A350-900 de Iberia – Wicho

International Airlines Group (IAG), la empresa matriz de Aer Lingus, British Airways, Iberia, Level y Vueling, acaba de anunciar la compra de 71 aviones de largo radio [PDF].

De esos 18 son opciones que IAG ya tenía en contratos anteriores. Seis son Airbus A350-900 para Iberia, otros seis Airbus A350-1000 son para British Airways, y seis Boeing 777-9 son para British Airways. Estos 18 aviones serán entregados entre 2027 y 2030. Aunque no es difícil suponer que los que más tardarán van a a ser los Boeing 777-9, también conocidos como 777-X, variante del triple siete que lleva años de retraso en su entrada en servicio.

Motor y ala derecha de un Boeing 787 de British Airways sobre el Atlántico – Wicho
Motor y ala derecha de un Boeing 787 de British Airways sobre el Atlántico – Wicho

Los otros 53 son pedidos nuevos a recibir entre 2028 y 2033. Incluyen 21 Airbus A330-900neo, que se irán dividiendo según las necesidades entre Aer Lingus e Iberia, y 32 Boeing 787-10 para British Airways. El acuerdo incluye opciones para otros 13 Airbus y diez Boeing, en modelos a determinar según las necesidades del grupo.

El objetivo es ir renovando la flota con aviones más modernos que hagan un uso más eficiente del combustible. Aunque aproximadamente un tercio de los nuevos aviones serán utilizados como capacidad extra para expandir mercados en previsión de un aumento de la demanda de vuelos de largo radio.

IAG no ha revelado el importe de los pedidos. Pero teniendo en cuenta que un 335 A330-900neo tiene un precio de tarifa de unos 335 millones de euros y que un 787-10 anda por los 355 millones es fácil calcular que ha salido por un pastizal. Por mucho que las aerolíneas consigan descuentos en las compras grandes.

De hecho esos 10.000 millones de dólares en un pedido de aviones a Boeing por parte del Reino Unido de los que alardeaba en presidente Trump hace unos días bien podían ser estos.

¡Más aviones para darle al planespotting!

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Por @Wicho

La descripción

Se confirman los peores temores de nuestras carteras: el set de Lego con un avión transporte de los transbordadores espaciales existe. En concreto es el conjunto 10360 de la serie Lego® Icons y lleva el nombre Shuttle Carrier Aircraft.

Shuttle Carrier Aircraft, Avión [para] transporte de transbordadores, es la denominación que tenían dos Boeing 747 que la NASA modificó para llevar los transbordadores espaciales de un lado a otro. Aunque el que reproduce este conjunto, el N905NA, es el que además fue utilizado con el Enterprise para los vuelos en los que se probaron las características aerodinámicas de los transbordadores.

La descripción
El Enterprise a lomos del NA905 – NASA

Hubo 16 vuelos de estos, de los que en los últimos cinco el Enterprise fue soltado el pleno vuelo para simular el aterrizaje al fin de una misión.

El conjunto incluye, de hecho, al Enterprise, el único de los transbordadores espaciales de la NASA que no fue nunca al espacio, aunque al principio la agencia pensaba que sí lo haría. Sólo que para cuando tocaba instalarle los sistemas que le faltaban –incluyendo las losetas de protección térmica– había tantos cambios en el diseño que resultó más barato construir el Challenger en su lugar a partir de un fuselaje que había sido construido para hacer pruebas estructurales.

La descripción

Las dos aeronaves del kit cuentan con tren de aterrizaje retráctil, así que se pueden mostrar con él extendido o plegado, lo que también permite colocar al Enterprise al lado del NASA 905 en lugar de encima de él. EL conjunto incluye también un soporte con los nombres y características de ambos para poder montarlos en vuelo.

Aunque hay un par de cosas que, como buen tiquismiquis aero y espaciotrastornado, me perturban. Una es que el kit permite montar equipos dentro de la bodega de carga del Enterprise, algo que, hasta dónde yo sé, nunca sucedió. La otra es que la librea del 905 no se corresponde con la que portaba durante los vuelos de prueba con el Enterprise. Pero en este caso puedo aceptar que represente la de un vuelo de traslado posterior.

En cualquier caso, 230 euros te permitirán hacerte con las 2.417 piezas que permiten construirlo. Ocupará 27 cm de alto, 63 cm de largo y 53 cm de ancho en tu casa, despacho, o lo que sea. A partir del 15 de mayo si tienes cuenta con Lego; si no, a partir del 18.

Intentaré resistirme, pero todo indica que será otro caso más de…

Shut up and take my VISA!

En el MundoReal™ puedes ver el NASA 905 en el centro de visitantes del Centro Johnson de la NASA y el Enterprise en el Museo naval, aéreo y espacial del Intrepid en Nueva York.

El otro SCA, matriculado N911NA, está en el Joe Davies Heritage Airpark en Palmdale, California.

En cuanto a los otros tres transbordadores que quedan, el Atlantis está en el Complejo de Visitantes del Centro Espacial Kennedy en Florida; el Discovery en el Centro Steven F. Udvar-Hazy de Washington; y el Endeavour está en el Centro de Ciencias de California.

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Por @Wicho

Cruce de cables 34 (26 de abril de 2025)

Una cabeza en tonos de azul oscuro con unas líneas rojas superpuestas como si estuvieran haciendo un mapa 3D de ellaPlanespotting [~17:15] – David me ha dejado liarlo y en este Cruce de cables hablo del planespotting, esa afición mía a hacer fotos de aviones que quizás nunca hubiera salido a la luz de no ser por ciertos vuelos a Guantánamo de dudosa legalidad. Pero por supuesto con un enfoque tecnológico ya que hablo de algunas webs útiles para ello y de cámaras y objetivos.

  • Todo esto viene del Real Cuerpo de Observadores, un grupo de civiles que durante la Segunda Guerra Mundial tenía como tarea intentar detectar la aproximación de aviones enemigos al Reino Unido usando sus oídos y unos prismáticos. Sí, había radar pero aún era imperfecto y no cubría todo el espacio necesario.
  • Algunos le cogieron el gusto y terminada la guerra siguieron observando aviones por afición. De hecho aún hay planespotters que con unos prismáticos y una libreta toman nota de la matrícula de los aviones que ven.
  • Otros, yo diría que la mayoría, nos dedicamos a hacerles fotos –o vídeos– y luego ya guardamos los archivos con datos acerca del aeropuerto, la matrícula, etc.
  • Un primer paso cuando vas a ir a hacer spotting aun aeropuerto que no conoces es consultar la guía correspondiente de Spotterguide.net.
  • Eso te permite localizar los puntos de spotting recomendados. Y acto seguido, gracias a Photo Ephemeris puedes ver las condiciones de iluminación en cada uno. Así podrás saber cuales estarán a contraluz a según qué hora y planificar tus desplazamientos.
  • Google Maps o similar es la herramienta que utilizo para eso.
  • Otro recurso imprescindible es Flightradar24. Ahí puedes ver los patrones de movimiento del aeropuerto y descargarte listas de llegadas y salidas. Si te lo llevas en el móvil, tendrás toda la información necesaria en el bolsillo mientras haces las fotos.
  • Menos importante hoy en día me parece la cámara. Yo uso fundamentalmente una Canon EOS 5D Mark III, aunque también tengo una Canon EOS 7D por si hace falta utilizar dos objetivos sin perder el tiempo de cambiarlos. La 5D es de 2012; la 7D de 2009. Pero creo que prácticamente cualquier cámara actual tendrá un sistema de autofoco lo suficientemente competente, además de una calidad de imagen más que adecuada. En especial en mi caso que no dejo de ser un aerotrastornado más que usa esas fotos como fondo de escritorio.
  • En este sentido me parece mucho más importante el objetivo, que es el que realmente determinará la calidad de imagen. Mi objetivo habitual para estas cosas es un Canon EF 100-400MM F/4.5-5.6L IS USM, ya descatalogado. La versión actual es el EF 100-400mm f/4.5-5.6L IS II USM. Si llevo otro, normalmente es el Canon EF 24-105mm f4L IS USM.

Por cierto, de lo que es el planespotting también tengo una charla de, literalmente, cinco minutos.

_____
Cada semana grabamos con David Sierra en el distendido ambiente de Cruce de Cables, el programa de Radio Nacional de España, como colaboradores habituales. Se emite en RNE los sábados de 03:00 a 04:00.

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Por @Wicho

Cuando hablo de los orígenes de esa afición mía –y de muchas más personas, ojo– por el planespotting siempre menciono al Cuerpo Real de Observadores que durante la Segunda Guerra Mundial actuó en el Reino Unido para detectar de oído y de ojo la aproximación de aviones enemigos. Pero lo que no sabía hasta hoy es que en los Países Bajos hubo un cuerpo similar que operó durante la Guerra Fría desde edificios y lugares altos y desde unas torres de hormigón construidas a propósito para ello, las luchtwachttoren. El enlace está en neerlandés pero Chrome o DeepL te lo traducen sin problema.

La idea era que voluntarios del Cuerpo de Vigilancia Aérea (KLD) detectaran aviones enemigos volando a baja altura, por debajo de la cobertura del radar, y que informaran de ello a las fuerzas armadas del país. De hecho el servicio formaba parte del Comando de Defensa Aérea de la Real Fuerza Aérea de los Países Bajos.

Para ello se colocaban en puesto situados en molinos u otros edificios altos –cabe recordar que los Países Bajos apenas tienen ningún lugar elevado– o bien en las ya citadas luchtwachttoren, construidas a tal efecto. En total llegó a haber 276 puestos de observación, la mitad de ellos en estas torres.

Se construían a partir de unos módulos de hormigón prefabricados que se unían con pernos para dar a cada torre la altura necesaria en incrementos de 1,14 metros, que era la altura de tres módulos. Como una especie de Lego pero a lo bestia. Así, las hubo desde cuatro hasta 32,5 metros de altura.

En la parte alta montaban una plataforma de 3×3 metros en la que se situaba un pequeño refugio para los dos observadores y en cuya parte central había montados unos prismáticos y una mira colocados sobre un plano de la zona convenientemente orientado según los puntos cardinales.

Dos miembros del KLD en acción en una foto en blanco y negro de la época
Luchtwachtters en acción

La idea era que los observadores localizaran de oído los aviones y que con los prismáticos pudieran luego identificar el tipo de avión. El plano les permitía saber por dónde andaban. Las torres operaban de tres en tres –a veces de cuatro en cuatro– para triangular la posición de los aviones.

Empezaron a ser construidas en otoño de 1951 y la última fue completada a finales de la década. Pero con el tiempo los avances en la tecnología de radar y la aparición de los aviones a reacción las habían vuelto obsoletas, así que en 1968 el KLD fue disuelto y las torres dejaron de ser utilizadas.

De hecho sólo se sabe de una ocasión en la que detectaran algo cuando en 1958, la torre de Linne, cerca de Montfort, avistó un avión que había participado en un festival aéreo en Francia y se había desviado deliberadamente de su curso en su camino de regreso a la Unión Soviética para fotografiar una parte de la zona fronteriza.

Hoy en día quedan 17 de ellas, junto con otras dos más construidas en ladrillo. Algunas de ellas tienen estatus de monumento protegido. Y hay incluso algunas, como por ejemplo la Luchtwachttoren 701 del vídeo de arriba, situada en Warfhuizen, que han sido restauradas a su estado original. La 7X3, en Hees, está siendo restaurada.

Planespotting y brutalismo en el mismo paquete, ¡qué más se puede pedir!

Las descubrí en una publicación de Matt Steinglas en Bluesky gracias a la etiqueta #brutalism.

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