No es la primera vez que se intenta construir una aeronave de propulsión humana, ni tan siquiera la primera vez que se consigue, pues ya lo consiguieron el Gossamer Condor en 1977 y el Gossamer Albatross en 1979, pero lo que hace especial el avión de Jesse van Kuijk, un joven holandés de 19 años, es que él mismo lo diseñó y construyó.
¡En vuelo! Foto Jesse van Kuijk
Spiegel Online recoge en el artículo Teen Takes to the Skies in Pedal-Powered Plane la historia de sus esfuerzos a partir de los 16 años, cuando decidió que quería volar y que quería hacerlo con su propia fuerza y en un avión construido por el, para lo que tuvo que documentarse profusamente y hacer acopio de materiales, fundamentalmente madera de balsa y poliuretano.
Desde luego le da otra acepción al concepto de construcción amateur.
(Vía Neatorama).
#1 — Jose Alberto
Admiración: Eso es lo que siento cuando veo personas capaces de dedicarse en cuerpo y alma a un objetivo.
Envidia: Por saber que lo han conseguido y que a mi me cuesta mucho esfuerzo.
Fuerza: Por demostrar que es posible, que la perseverancia, la "obsesión", lleva a metas que parecen inalcanzables.
Gracias por publicarlo.
Hace más de un año
3 de Septiembre de 2009 (14:28)