Por Nacho Palou — 6 de mayo de 2009

Wardenclyffe

Uno de los grandes proyectos de Nikola Tesla, “padre olvidado de la tecnología moderna” e “inventor del Siglo XX”, era transmitir energía a través de las ondas de radio y no sólo información como él mismo ya había logrado hacer (aunque el invento de la radio de asocia normal y equivocadamente al italiano Marconi).

Su aspiración era que la electricidad fluyera libre por el aire, de modo que cualquiera tuviera acceso a ella, de forma gratuita e independiente de su ubicación geográfica.

Para llevar a cabo su invento hizo construir, en asociación con Westinghouse, un complejo experimenal que contaba con una llamativa torre de radio, llamada Wardenclyffe Tower. Situada a unos 100 km de Manhattan debe su nombre a James S. Warden, abogado y banquero que ofreció los terrenos para que Tesla pudiera desarrollar su idea.

Wardenclyffe Tower Workshop
Ubicación del complejo que albergó la Torre Wardenclyffe donde Tesla trabajó muchos años, visto desde Google Earth. Ver en Google Maps.

Tras la muerte de Tesla, en 1943, el complejo de Wardenclyffe pasó por distintos propietarios hasta que fue adquirido por Agfa, que lo utilizó entre 1969 y 1992. Desde entonces ha permanecido abandonada y cerrada.

A Battle to Preserve a Visionary’s Bold Failure – El interior oscuro del edificio está lleno de latas de cerveza y botellas rotas. A la luz de la linterna no se ven restos del equipamiento original hasta que se accede a la segunda planta. Ahí, en la oscuridad, se intuyen unos enormes tanques de metal viejos, del tamaño de un utilitario. Según Agfa se trata de enormes baterías, aunque realmente se sabe muy poco de ellas.

La difícil situación de Agfa ha hecho que Wardenclyffe se ponga a la venta, lo que ha hecho saltar las alarmas a los admiradores del genial inventor. Desde el Tesla Science Center se muestran confiados en que encontrarán una solución. El condado de Suffolk podría comprar el lugar u organizar una campaña para recolectar los fondos necesarios para comprarlo, restaurarlo y convertirlo en un centro educativo y un museo científico, proyecto que cuenta con el respaldo de la comunidad local.

The Quest to Save Nikola Tesla's Craziest, Most Impractical Project's Site – Para los admiradores de Tesla, estos 16 acres [65.000 metros cuadrados] son el patrimonio más importante y cualquier destino que no sea el de un museo es un insluto a la memoria del genio. Los acuales propietarios [Agfa] están abiertos a cualquier opción, pero no se pueden permitir donar simplemente los terrenos. El sitio parece fascinante, y realmente espero que alguien dé los pasos y lo convierta en el museo que merece ser.

Que así sea.

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