Hace unos meses hablábamos de que Lenacapavir, un medicamento inyectable que protege prácticamente al 100 % contra la infección por VIH con una dosis cada seis meses, había sido escogido como avance científico del año por la revista Nature. Hoy me acabo de enterar de que su uso para prevención del VIH, imagino que muy a pesar de Robert Kennedy Jr., ha sido autorizado en los Estados Unidos. Y de que, además, se van a fabricar genéricos libres de licencia.
Del artículo de Science:
Un extenso ensayo de eficacia en adolescentes y mujeres jóvenes africanas reveló en junio que estas inyecciones reducían a cero las infecciones por el VIH, con una asombrosa eficacia del 100%. Cualquier duda sobre el hallazgo desapareció tres meses después, cuando un ensayo similar, realizado en cuatro continentes, informó de una eficacia del 99,9% en personas de distinto sexo que practican sexo con hombres.
Gilead, el fabricante, que la va a comercializar para este uso con el nombre Yeztugo, está tramitando también la aprobación para su uso en otros países como Australia, Brasil, Canadá, Sudáfrica y Suiza. Y está preparando solicitudes para Argentina, México y Perú.
En Europa ha presentado una solicitud de autorización de comercialización y una solicitud EU-M4all ante la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), ambas aceptadas para evaluación bajo el proceso acelerado. Con la solicitud EU-M4all la EMA, en cooperación con la Organización Mundial de la Salud (OMS), puede emitir dictámenes científicos sobre medicamentos de uso humano de alta prioridad, incluidas las vacunas, destinados a mercados fuera de la Unión Europea (UE), lo que facilitará su uso en otros mercados.
Gilead también ha anunciado un acuerdo con el Fondo Mundial para la lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria para suministrar dosis suficientes del medicamento para tratar hasta a dos millones de personas durante tres años en los países en los que actúa el Fondo Mundial, sin beneficio alguno para la empresa farmacéutica.
Y además habrá genéricos libres de licencia del medicamento para su uso en 120 países de alta incidencia y recursos limitados.
Aunque todo esto viene con un pequeño jarro de agua fría, pues como me cuenta Belén Tarrafeta, que de esto sabe un rato largo, esos genéricos no estarán disponibles hasta 2027. Y hay muchos países excluidos de la lista donde se podrán comercializar, incluida gran parte de América Latina.
Belén añade también que en los contratos actuales del Fondo Mundial con Gilead, el precio es secreto. Y si no sabes el precio, difícilmente puedes planificar nada para los programas de salud pública.
Pero de todas formas quiero quedarme con una visión optimista de esta noticia. Hace 40 años una infección por VIH era una sentencia de muerte. Unas décadas después, gracias a los tratamientos con antirretrovirales, entre ellos el Lenacapavir, de hecho, se convirtió en una enfermedad crónica tratable. Y ahora podemos prevenir la infección.
Lo de los tratamientos y la vacuna siempre que quien los necesite tenga acceso a ellos, claro. Y en esto hay que trabajar. Pero al menos ahora tenemos esa esperanza. Para quienes en los 80 ya teníamos uso de razón esta noticia es una de las más maravillosas e increíbles que podemos haber vivido. Y que durante mucho tiempo pareció que nunca llegaría.
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Foto de Diana Polekhina en Unsplash