Por @Wicho — 19 de octubre de 2016

Tras años de preparativos y siete meses de viaje y unos 500 millones de kilómetros recorridos la misión ExoMars 2016 de la Agencia Espacial Europea y de Roscosmos está a unas horas de alcanzar su destino.

A lo largo de la tarde del 19 de octubre de 2016, hora peninsular española, tanto el aterrizador de la misión como el orbitador llevarán a cabo las maniobras que, si todo va según lo previsto, permitirán que pasen a desarrollar su misión.

Estos son los horarios, siempre en hora peninsular española (UTC +2).

Schiaparelli

Schiaparelli en pleno descenso

  • 15:27 Sale del reposo.
  • 16:42 Contacto con la atmósfera marciana a 121 kilómetros de altitud y a una velocidad de 21000 kilómetros por hora; comienzan los seis minutos de terror de Schiaparelli.
  • 16:32:12 El escudo térmico alcanza su temperatura máxima a 45 km de altitud y 19000 km/h.
  • 16:45:21 Despliegue del paracaídas de 12 metros de diámetro a 11 km y 1700 km/h.
  • 16:46:01 Separación del escudo térmico y encendido del altímetro radar a 7 km y 320 km/h.
  • 16:47:22 Separación del paracaídas y de la cubierta posterior a 1,2 km y 240 km/h.
  • 16:47:23 Encendido de los motores a 1,1 km y 250 km/h.
  • 16:47:52 Apagado de los motores y caída hasta el suelo a 2 metros y 4 km/h.
  • 16:47:53 Contacto con el suelo a 10 km/h. Una estructura deformable en la parte inferior de Schiaparelli se encarga de absorber el impacto.

La primera confirmación de que todo ha ido bien podría llegar a través del radiotelescopio indio GMRT, que estará escuchando y grabando las señales que emita Schiaparelli durante su descenso.

Pero debido a la distancia a la que se encuentran la Tierra y Marte en el momento de la llegada de ExoMars 2016 al planeta rojo, unos 175 millones de kilómetros, las señales de radio que recibamos desde allí tienen un retardo de 9 minutos y 46 segundos, así que habrá que esperar aproximadamente hasta las 16:58 para tener confirmación de que Schiaparelli ha aterrizado.

De hecho sería recomendable esperar un par de minutos más antes de echar las campanas al vuelo para comprobar que sigue transmitiendo.

Además, no está garantizado que se pueda escuchar a Schiaparelli desde la Tierra, así que cabe dentro de lo posible que el GMRT no reciba nada.

Por eso habrá otras tres formas de confirmar la llegada de Shiaparelli a su destino: la Mars Express de la ESA, el Trace Gas Orbiter con el que ha viajado hasta Marte, y la Mars Reconnaissance Orbiter de la NASA.

La Mars Express grabará los datos principales de lo que transmita Schiaparelli durante su descenso y luego apuntará su antena hacia la Tierra, con lo que a eso de las 18:00 los datos que haya obtenido estarán en tierra; deberían estar disponibles a eso de las 18:30.

El TGO grabará todo lo que transmita Schiaparelli, pero como al mismo tiempo estará llevando a cabo su maniobra de inserción orbital, tras la que quedará oculto por Marte desde el punto de vista de la Tierra. Así que no podrá enviar esa información hasta que termine la maniobra en cuestión y se vuelva a poner en contacto con la Tierra, por lo que hasta eso de las 3:00 del día 20 no estará disponible. Los datos que recoja el TGO serán los más completos, aunque curiosamente debido a que su órbita inicial es muy elíptica nunca más se volverá a comunicar con Schiaparelli, ya que para cuando el TGO vuelva a estar en una posición que le permitiría hacerlo las baterías del aterrizador ya se habrán agotado.

Finalmente, la Mars Reconnaissance Orbiter grabará datos de la primera transmisión de Schiaparelli una vez que esté sobre la superficie de Marte para retransmitirlos luego; deberían estar en el control de la misión a eso de las 18:45.

Si todo va bien será la primera vez que la Agencia Espacial Europea consiga poner un aterrizador sobre la superficie de Marte tras la pérdida del Beagle 2… Aunque no será la primera vez que la ESA consiga colocar una sonda sobre la superficie de otro astro: ya lo hizo con Huygens en Titán y con Philae en 67P.

Trace Gas Orbiter

TGO frenando

  • 14:34 El orbitador se gira para apuntar con su motor en el sentido de la marcha. También es el momento de que la antena de alta ganancia –la antena de alta velocidad– se pliegue para dejarla en una posición segura. Los paneles solares hacen lo mismo. Las radios de a bordo comienzan a emitir una señal baliza que permite saber que la TGO sigue activa y que permite también saber si y cómo va decelerando gracias al efecto Doppler.
  • 15:04:47 Encendido de su motor principal. Con un empuje similar al que ejerce un peso de 45 kilogramos sobre la superficie de la Tierra.
  • 17:23:47 Apagado «programado» del motor tras 139 minutos, aunque esta hora no es fija: la TGO lleva unos acelerómetros a bordo que le permiten determinar su velocidad para así ajustar el tiempo de encendido del motor. Si este da más potencia de lo previsto, lo apagará antes; si da menos, la duración de su encendido será mayor.
  • 17:31 Apagado sí o sí del motor. Por si fallaran los acelerómetros el motor está programado para apagarse 147 minutos después de su encendido independientemente de lo que digan los acelerómetros si no lo ha hecho antes.

Si todo va bien será la segunda vez que la ESA pone una sonda en órbita alrededor de Marte; la primera fue la Mars Express, que llegó allí el 25 de diciembre de 2003.

Estaciones de seguimiento de la ESA y de la NASA seguirán la maniobra y usarán la señal baliza del TGO para, de nuevo usando el efecto Doppler, medir la deceleración de esta y así comprobar que está frenando.

Pero habrá que esperar aproximadamente hasta las 18:30 para que sea el TGO quien confirme que todo ha ido bien: cuando termine la maniobra de frenado estará al otro lado de Marte visto desde la Tierra, además de que antes de poder comunicarse con el control de la misión tiene que volver a desplegar su antena de alta ganancia y sus paneles solares, así como orientarse para poder apuntar correctamente con ambos.

Un dato curioso acerca de la inserción orbital del TGO es que su motor no tiene la potencia suficiente para frenarlo en caso de que Schiaparelli no hubiera podido desprenderse. En ese caso los 600 kilos extra de masa habrían obligado a la ESA a programar un sobrevuelo de Marte que habría cambiado lo suficiente su trayectoria como para volver allí en uno o dos años y ya entonces llevar a cabo una maniobra de inserción orbital modificada que habría permitido su captura.

Recursos para el seguimiento

Todos estos eventos pueden seguirse en línea de varios modos.

¿Tenéis listos los cacahuetes de la buena suerte?

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