Por Nacho Palou — 4 de Mayo de 2017

La impresión 4D consiste en objeto en 3D que reaccionan a estímulos externos (humedad, luz, temperatura) para cambiar de forma por sí mismos. Es decir, a la impresión 3D se le añade una dimensión adicional que consiste en el movimiento o la “evolución”.

Hasta ahora la impresión 4D era un proceso más o menos complejo que requería al menos cinco pasos para obtener uno de estos objetos adaptables, según New Scientist. Ahora, gracias al desarrollo llevado a cabo por el profesor Zhen Ding de la Universidad de Tecnología y Diseño de Singapur es posible imprimir objetos en 4D con impresoras 3D convencionales.

Para lograrlo los investigadores han desarrollado un filamento de impresión que es un compuesto de polímero con propiedades de recuperar determinada forma cuando se calienta y de un polímero con propiedades elástica, un elastómero elástico.

En el vídeo se pueden ver algunos objetos impresos con este compuesto, que cambia de forma, adoptando una forma curva, cuando se calientan a 45°: a esa temperatura el polímero se vuelve blando y permite que el elastómero lo doble.

Un inconveniente de este método es que una vez efectuado el cambio la forma original, antes de someter el objeto al calor, ya no se puede recuperar.

Aun así los investigadores consideran que esta técnica tiene utilidades ligadas a la fabricación de estructuras complejas, comenzando por los stents (cánulas a modo de muelles cilíndricos usadas para abrir venas obstruidas o que han perdido la elasticidad, por ejemplo en el corazón): ajustando la temperatura de reacción a la del cuerpo humano la cánula puede introducirse en la vena y al exponerse al calor corporal se extenderá hasta adoptar la forma final deseada; o cápsulas que liberan el medicamento sólo cuando se produce un aumento en la temperatura corporal debido a la fiebre, por ejemplo.

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