Por @Wicho — 12 de Marzo de 2004
Ayer en Microsiervos decidimos poner sólo la viñeta de Forges como muestra de nuestra reacción al atentado de Madrid porque ninguno de nosotros se sentía capaz de decir nada mínimamente apropiado.

Ahora toca seguir adelante para negar al terrorismo -sea este del signo que sea- su triunfo, pero la verdad es que pasado el impacto inicial, comprobado que amigos y familia no se han visto afectados, se me hace muy duro intentar pensar en cualquier otra cosa y necesito escribir algo sobre mis reacciones.

Porque...

¿Cómo le puedo explicar a mi hijo de cinco años el motivo por el que ayer se me saltaron las lágrimas cuando vino a enseñarme un dibujo que hizo en el que salimos toda la familia en un día de playa del verano pasado o por qué esta mañana me pasó lo mismo al salir de casa cuando fui a darles un beso a él y a su hermana pequeña?

¿Cómo decirle que no puedo dejar de pensar en todas las personas que ayer han perdido a alguien querido a quien ya no podrán volver a abrazar, a besar, con quien ya no podrán volver a hacer planes, de cuya compañía no podrán disfrutar nunca más??

¿Cómo dejar de pensar en todas esas personas que aún no saben qué ha sido de sus seres queridos?

¿Cómo dejar de pensar en las secuelas físicas y mentales que el atentado dejará en los supervivientes?

¿Cómo puede haber nada que justifique esta salvajada?

¿Cómo puedo esperar explicárselo si ni yo mismo puedo empezar a entenderlo?
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