Por @Alvy — 31 de Diciembre de 2009

Atomium de Bruselas / Foto (CC) O Palsson
Atomium / Foto (CC) O Palsson

El Atomium de Bruselas es una impresionante construcción de más de cien metros de altura llena de curiosidades interesantes. Entre otras está que representa un patron de átomos de hierro ampliados unas 165.000.000.000 veces, lo cual permite hacerse una idea de lo pequeños que son los átomos… o de lo difícil que es entender tan grandes y pequeñas magnitudes. Originalmente, el hierro con que fue construido (y recubierto con aluminio) era el mismo que representaba la propia escultura, en una suerte de gigantesca autorreferencia entre su aspecto y el material de construcción.

Pero entre 2004 y 2006 tuvo el Atomium que ser completamente renovado: el material original estaba demasiado oxidado y la construcción en sí en visible decadencia. Yo tuve la suerte de visitarlo a mediados de los 90 y sí que recuerdo que era digno de alguna galería fotográfica de «decadencia arquitectónica», la verdad. El caso es que fue renovado con una forma de acero inoxidable ligeramente distinta, algo que se conoce como alotropía: el mismo elemento químico pero con una estructura interna algo diferente. De modo que desde entonces el Atomium está más bonito y es más resistente, pero también… menos autorreferente: lo que simboliza no es exactamente lo mismo de lo que está construido.

El Atomium es una de las maravillas geek del mundo, y la referencia al tema de los diferentes materiales la leí en el Geek Atlas. Allí también cuentan que, al igual que la Torre Eiffel, iba a ser una construcción «temporal» para una Exposición Universal, pero acabó quedándose como definitiva. Además de eso dicen que en la parte superior hay una zona donde grupos de niños procedentes de colegios pueden, previa reserva, pasar la noche en su interior, como parte de las actividades científicas que se llevan allí a cabo.

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