He estado probando un teclado mecánico Asus ROG Azoth. Me gustan mucho su tacto y su sonido, así como la impresión de solidez que da. Sólo echo de menos el teclado numérico. Bueno, y que las teclas de cursor a la izquierda y a la derecha funcionen con macOS cuando está conectado por Bluetooth.
Ojo, sé que la queja por lo del teclado numérico en realidad es injusta, ya que estamos hablando de un teclado con un factor de forma del 75 %, así que simplemente no caben. Sólo es que prefiero que los teclados lo tengan.
De todas formas, aún a pesar de su tamaño sí tiene teclas de función y teclas de insertar, borrar, página arriba y página abajo que en combinación con la tecla Fn hacen más cosas. La tecla Fn, junto con otras teclas, activa algunas funciones más.
En la parte superior derecha hay una pantalla multifunción OLED de dos pulgadas a cuya derecha, pero ya en el lateral del teclado, hay un pulsador de cambio de función que permite activar distintos modos que van rotando al pulsarlo. Esos son ajuste de volumen, control multimedia, ajuste del brillo del teclado, ajuste del brillo de la pantalla OLED, y efecto de iluminación.
Dentro de cada uno de ellos el mando de control, un anillo con muelle que siempre vuelve a su posición central, permite controlar las distintas opciones; aunque también se puede hacer clic pulsando la palanquita del mando.
Con el software Armoury Crate bajo Windows se pueden activar dos modos más para la pantalla: uno que muestra un visualización del sonido que está reproduciendo el ordenador y otro en el que puedes ver cosas como la frecuencia a la que está funcionando el procesador o la memoria que queda libre. Si activas alguno de los dos será la info que muestre por defecto la pantalla mientras no toques el pulsador de cambio de función o el mando de control. Bajo macOS se puede activar un modo personalizado pero que está bastante limitado en lo que puede hacer y que apenas pasa de emular la pulsación de algunas teclas, escribir un texto predeterminado, o lanzar una web.
La esquina izquierda de la pantalla muestra siempre su estado, incluidos el estado de la tecla de fijar mayúsculas, el modo de conexión y si está en modo PC o Mac.
Dicho todo esto, el teclado mide 326×136× mm, lo que lo hace ligeramente más grande que el de mi MacBook Air M2, que mide unos 270×110 milímetros, así que tampoco es que sea pequeño. Tiene unas patas en la parte inferior trasera con tres posiciones de ajuste, lo que permite cambiar el ángulo del teclado con la mesa para escoger el que te sea más cómodo. Puede estar prácticamente plano, con la parte trasera a 26 mm de la mesa, en una posición intermedia a 33 mm, o totalmente levantado a 40 mm.
Pero lo más sorprendente es su peso, de 1.180 gramos. Sí, no se me han ido los dedos, pesa casi un kilo doscientos gramos. Esto es porque, entre otras cosas, su estructura es de aluminio y está fabricado con materiales duraderos para aguantar la tralla que le puede dar alguien que se dedique a jugar. Pero eso también lo hace tremendamente estable, algo que me ha gustado mucho.
Interruptores personalizables y de colorines
Los interruptores, en el teclado que he probado yo, son ROG NX Snow de Asus. Tienen una resistencia inicial de 40 gramos, lo que ayuda a evitar pulsaciones no deseadas, aunque hay que apretarlos con 53 gramos para activar la tecla, lo que sucede con un recorrido de 1,8 mm. Como decía arriba, me parece que con esos interruptores el tacto y el sonido del teclado son estupendos.
El tacto no lo puedo transmitir por aquí. Pero el sonido sí:
Hay otra versión del teclado con interruptores ROG NX Red que tienen una fuerza de actuación de 55 gramos y un sonido más atenuado. Y Asus ofrece otros interruptores con distintas fuerzas y puntos de actuación que puedes poner, pero ya con un coste extra.
Cada uno de los interruptores incluye un LED RGB, lo que permite iluminar las teclas ya sea cada una con un color específico, ya sea todas de un mismo color, ya sea con alguno de los patrones predefinidos y que puedes escoger con el mando de control o con Armoury Crate. En este sentido creo que las teclas blancas funcionan peor que las negras, que son el otro color disponible de este teclado.
Por cierto que el teclado viene con un extractor de interruptores, además de con un pequeño bote de lubricante y un pincel para aplicarlo para que mantengas tu teclado en plena forma, aunque ya vienen lubricados y ajustados de fábrica. Y por si estropea alguno, trae tres interruptores de repuesto. Se pueden cambiar en vivo, aunque Asus recomienda apagar el teclado al hacerlo para evitar el riesgo de cortocircuitos.
Las teclas en sí, fabricadas en ABS, son lo suficientemente gruesas como para que no dé la impresión de que te las puedes cargar tecleando un poco fuerte. El kit de accesorios incluye una pinza para cambiarlas.
Multiconexión y multiplataforma y con funciones para gamers
La parte trasera del teclado alberga su conector USB C para utilizarlo en modo cableado, para lo que la caja incluye un cable USB-A a USB-C a juego con el color del teclado, y un receptáculo para el receptor de radiofrecuencia con conector USB A que permite conectarlo de este modo a cualquier dispositivo. El receptáculo tiene un imán, lo que asegura que el receptor se quede firmemente sujeto en su sitio cuando no lo estás utilizando. Si tienes otro dispositivo Asus que use este tipo de conexión podrás conectarlo utilizando el receptor que ya tienes, lo que te evitará ocupar un puerto más.
La conexión USB es la que menos latencia tiene, lo que es de especial interés para quienes juegan muy en serio, pues cada milisegundo cuenta. Aunque el teclado viene con un adaptador para enchufar al ordenador al que conectar el receptor de radio y así utilizar la tecnología SpeedNova de Asus, que es más rápida que la conexión inalámbrica normal.
Para esto de los juegos el Azoth soporta lo que Asus denomina Modo juego en el que desactiva teclas problemáticas como la tecla Windows que te pueden sacar del juego o activar un menú cuando no toca. Y también el modo Speed Tap, que se asegura de que si estás pulsando dos teclas muy rápido el teclado siempre envíe la última que has pulsado, lo que es especialmente útil cuando estás usando teclas de dirección como las teclas A y D para mover un personaje muy rápido.
Otra cosa que puede hacer el teclado es grabar macros, ya sea sobre la marcha, tecleándolas directamente, o bien utilizando, sorpresa, Armoury Crate.
Además, el teclado soporta BlueTooth 5.1 con hasta tres dispositivos memorizados. Puedes cambiar entre ellos usando el pulsador de cambio de funciones para escoger el modo adecuado y luego el mando de control para seleccionar el dispositivo en cuestión.
El interruptor para escoger el modo de conexión está también en la parte trasera del teclado.
En cuanto a sistemas operativos, el teclado soporta oficialmente macOS y Windows y de hecho las teclas Windows y Alt para Windows tienen también impresos los correspondientes símbolos para macOS.
Eso sí, las teclas de cursor a la derecha y cursor a la izquierda nunca han funcionado con macOS cuando he utilizado el teclado conectado vía Bluetooth. Esperaba que alguna actualización de software lo solucionara pero mientras lo he tenido en mi poder no ha sido así.
Por cierto, es importante acordarse de poner el teclado en el modo Mac o en el modo PC (Fn + Tabulador) según el ordenador con el que lo estés usando porque si no las teclas Comando y Alt o Windows y Alt no estarán en su sitio.
Armoury Crate permite también definir hasta seis configuraciones del teclado distintas que puedes activar bien desde el programa o bien con la combinación de teclas adecuada. Esto es muy útil para tener un modo de uso general y otro para juegos, por ejemplo, o que tenga un tipo de iluminación para el día y otro para la noche.
Es dinero pero no parece caro para lo que ofrece
El precio de este teclado en Amazon –blanco con teclas NX Snow– es de 330 euros en Amazon. Es bastante dinero pero para un teclado de este tipo en realidad no lo es tanto.
Puestos a montar un teclado personalizado entre que seleccionas interruptores, teclas y el resto del hardware no te va a salir mucho más barato. Y si le añades opciones de conectividad, aún menos. Y hay que tener en cuenta que, además, el Azoth viene con software para acabar de sacarle partido.
Así que lo dicho, en frío puede parecer mucho dinero por un teclado. Pero si lo piensas un poco igual no es tanto.
A mí, como decía al principio, me ha encantado, y eso que apenas juego. Pero sí escribo mucho, a diario. Y es muy cómodo escribir en el Azoth. Aparte de lo que molan su tacto y su sonido.
Aunque como digo siempre, compra en un sitio en el que puedas devolver, porque para gustos, colores. Y si hablamos de teclados, más aún.
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