Por @Alvy — 19 de abril de 2021

En el canal de ScottBez hay una breve pero detallada e ilustrativa explicación de cómo funcionan los paneles de caracteres split-flap. Estas pantallas en las que letras y números electromecánicos giran y hacen el característico y encantador sonido flap-flap-flap cuando se golpean unos con otros son toda una muestra de tecnología vintage que siguen existiendo en aeropuertos, estaciones de tren y algunos otros sitios. Son lentos, ineficientes y requieren micho mantenimiento… pero también tienen mucho estilo. Según la Wikipedia, en España quedan un par de ellos en la estación de Sants (Barcelona) y en la de Chamartín (Madrid).

El sistema split-flap es básicamente electromecánico, con letras en forma de solapas divididas (de ahí su nombre en inglés, split-flap) cuyas mitades forman todos los caracteres que se pueden necesitar: letras, números o algunos signos especiales. Un motor paso a paso hace girar el eje y voltea las letras. Lo más interesante es quizá que emplean un par de trucos puramente mecánicos para mostrarse con perfección: un borde superior que evita que se peguen y caigan varias a la vez y una pieza en la parte de abajo que forma una especie de «barrera física» para que las solapas que han caído no se muevan y se queden fijas en vertical.

Además de eso, la parte electrónica –en este caso un Arduino, antiguamente era más complicado– se encarga de controlar el motor paso a paso que sabe cuántos grados girar el eje para hacer caer cada letra. En el diseño que se ve en el vídeo hay 40 caracteres: 26 letras del alfabeto mas 10 números, el espacio y algún carácter más, pero se pueden dejar los que sobren en blanco. Cada letra está pues desplazada 9 grados respecto a la anterior. Estos motores suelen tener un paso de 1,8 grados por pulso, de modo que con 5 pulsos se avanzan exactamente esos 9 grados. De todo esto se encargan el Arduino y una pequeña placa controladora que acompaña los motores. En este montaje son 28BYJ-48, más baratos que los típicos NEMA-17 y además llevan la placa controladora incorporada.

La última cuestión es cómo sabe el Arduino qué letra se está mostrando en cada momento. El truco es usar sensor de efecto Hall y un pequeño imán que marque una posición fija conocida (por ejemplo el espacio, o la letra A). Esa información se utiliza tanto para «resetear» el panel al conectarlo como para corregir posibles errores si alguna letra salta más de lo debido o se atasca; la información correcta debería recibirse a cada «vuelta» de la rueda.

El código fuente, esquemas y planos, por si alguien se quiere imprimir las piezas y programar un Arduino para usarlo está en Github: DIY Split-Flap Display. Construirse cada unidad con vinilos, motores, sensores, controladoras y metacrilato cuesta entre 2 y 4 euros en piezas, 12 euros más por controladora (para 4 unidades) y 10 euros por panel (de hasta 12 unidades), de modo que se podría fabricar un panel de 40 caracteres puede salir por unos 200 o 250 euros. Nada barato pero con mucho encanto.

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