Por @Alvy — 24 de Enero de 2019

En PetaPixel y Ars Technica contaron la triste historia del ingeniero al que el LIDAR de un coche autónomo dejó frito el sensor de su cámara (una Sony α7R II de 2.000 dólares). Al parecer es algo que sucede a veces, cuestión de mala suerte: en este otro vídeo se muestra el momento en que un láser de los utilizados en los espectáculos fríe algunos píxeles en una Canon 5D Mark II; a partir de ese instante el vídeo muestra una banda blanca horizontal.

Jit Ray Chowdhury
El sensor frito de la cámara de fotos del ingeniero Jit Ray Chowdhury:
las bandas luminosas aparecen de forma permanente en todas las fotos :-(

El efecto del impacto del láser sobre la cámara es que se estropean físicamente y de forma permanente algunos de los «píxeles» del sensor; lo llaman «daño término. A partir de ese momento las fotografías muestran puntos brillantes o bandas, un problema que no se puede corregir y que afecta a todas las fotos que se tomen independientemente de lo que sean. El horror.

Esos láseres (los de los conciertos o los del LIDAR de los coches autónomos) no son perjudiciales para las personas a menos que se expusiera el ojo a ellos de forma «intensa y continua» (cosa que nadie hace, algo parecido a mirar fijamente al Sol brillante). Por desgracia para las cámaras de fotos, los «píxeles» de sus sensores son mucho más sensibles: unas mil veces más que el ojo humano, y en consecuencia más «delicados». De modo que uno de estos impactos puede causar un daño total y permanente a la cámara; algo que probablemente la garantía no cubra.

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