Por @Alvy — 2 de Marzo de 2017

El teleprompter es un invento de los años 50 que va proyectando el texto que debe leer un presentador de televisión sobre un cristal situado justo delante de la cámara. Con esto se logra que el sujeto «mire directamente a la cámara» en vez de mirar un poco más arriba o más abajo. Como nota histórica, originalmente se llamaba TelePrompTer como marca comercial y también se conoce como autocue, por otra de las marcas que lo popularizaron.

Los youtubers y otras gentes que quieran dedicarse a poner su careto frente a la cámara en el mundo del vídeo encontrarán interesante el invento, que permite «recitar el guión» con mucha más soltura delante de la cámara. Dice su creador que es especialmente útil si se tiene que usar otro idioma o el tema explicado tiene muchos datos técnicos o números – fáciles de olvidar o de confundir.

La versión desarrollada por Agustin Flowalistik es de muy baja tecnología, pero cumple con los requisitos básicos. Lo mejor es que es increíblemente barata: quizá no «cero dólares» como titula el vídeo pero sí que menos de diez euros probablemente.

La idea consiste básicamente en una zapata que se encaja en el trípode y que básicamente es un largo brazo en uno de cuyos lados hay agujeros para fijar la cámara según convenga y en el otro una pieza en ángulo de 45 grados donde se inserta un cristal. Las medidas exactas dependerán del tipo de trípode, cámara y del grosor del cristal, pero se pueden usar los ficheros 3D originales para afinarlos o modificarlos (y luego llevar a una tienda de impresión 3D o pedírselo a alguien que tenga una impresora a cambio de unas cañas).

Debajo del cristal se coloca el teléfono móvil con el texto a leer y luego se cubre todo con una tela negra para mejorar el efecto final. En el móvil se puede usar cualquier app especializada para «proyectar», como PromptSmart Pro (iOS, que incluso reconoce el texto según se habla, para irlo avanzando) o Simple Teleprompter (Android). Estas apps permiten además girar y voltear la imagen según sea necesario para que se pueda leer correctamente. Como complemento, un poco de cinta adhesiva o blu-tack permite fijar mejor el móvil, el cristal o cualquier otra pieza que quede un poco suelta. ¡Que por lo que cuesta tampoco se puede esperar una herramienta de precisión alemana!

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