Por Nacho Palou — 2 de Febrero de 2006

Si te molesta tener que llevar las llaves de casa a todas partes siempre puedes implantarte un chip RFID que quite los cerrojos cuando acerques la mano a la puerta. Un RFID es un pequeño chip que devuelve la información contenida cuando recibe una petición por radiofrecuencia. Algunos ejemplos son las etiquetas antirrobo que se pone en la ropa de la tiendas (o en libros o cualquier otro tipo de artículo), los pases rápidos en las autopistas o en el Metro de Madrid, forfaits en estaciones de ski o los famosos «chips de identificación» que llevan los animales domésticos.

Volviendo sobre lo de implantarse un RFID en la mano para abrir la casa o el coche, viene a colación de la entrevista a Amal Graafstra, pionero de los implantes RFID que publica Alberto en su blog. Amal cuenta cómo fue el proceso de implantación que le hizo un cirujano plástico (hay imágenes en la Wikipedia) y como es su vida de alguien que va por ahí con un chip bajo la piel, entre el índice y el pulgar –en general como la de cualquier otro que no lo llevase. Aunque hay que reconocer que es algo bastante geek hoy por hoy tiene validez cero en el MundoReal, salvo que como Amal te dediques precisamente a investigar al respecto.

En cualquier caso es una buena ocasión par aprender un poco más de qué va todo esto de los RFID y de porqué suscitan tanta polémica su implementación en humanos o con cierta información personal y conocer la opinión de alguien que lleva en la piel su pasión por esta tecnología. Aunque hay que pensárselo bien porque si te asaltan siempre será mejor que se lleven el coche a que se lleven el coche... y la mano ;-)

Actualizado 03-02-2006: Marc, Alfredo, Café Licor, Javier Penalva y Raúl entre otros lectores envían enlaces con información adicional y noticias relacionadas con los problemas de seguridad de los RFID debido entre otras cosas a la reciente clonación de un chip subcutáneo de Verichip (el utilizado por Amal) publicado en Kriptopolis que también mencionó Xataka; la falta general de seguridad real y del problema de privacidad que esto supone explicados por Bruce Schneier a raíz del crackeo conseguido en la información biométrica incluida mediante chios RFID en los pasaportes holandeses que son legibles desde diez metros de distancia y fácilmente violables por fuerza bruta. Según escribe Alfredo debido a que «no usan desafio/respuesta, y si hay forma de leerlo, hay forma de copiarlo».

Y de propina una simpática tira cómica del Dr. Fun al respecto.

Actualizado (24-02-2006): Alberto ha abierto un wiki con una sección dedicada a los implantes RFID.

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