Por @Wicho — 16 de Octubre de 2023


Un 737 MAX de SunExpress aterrizando en Copenhague – Wicho

Hace unas semanas hablábamos de que Boeing va a tener que revisar aproximadamente tres cuartos de los 220 ejemplares de 737MAX8 que aún tiene pendientes de entregar a causa de unos taladros mal hechos por una máquina en el mamparo trasero de presión de esos aviones. También afecta a algunos que estaban aún en producción. El MAX9 no está afectado por este problema. Pero según cuenta The Air Current esa revisión ahora va a tener que aplicarse también a los taladros hechos a mano, lo que la hará más larga.

El problema está en que Spirit AeroSystems Holdings Inc., que fabrica aproximadamente el 70 % del fuselaje del avión, estaba haciendo agujeros de más y en lugares equivocados en esas mamparas. Lo que hizo Spirit fue colocar pasadores en todos los agujeros –los que están en su sitio y los que no– para evitar problemas de estanqueidad. Pero eso no está dentro de los parámetros de fabricación exigidos por Boeing. La empresa dice que no es un problema de seguridad inmediato; Spirit, por su parte dice que ya ha corregido el procedimiento de ensamblado para que eso no vuelva a suceder.

Pero si la tarea de revisión ya era larga con sólo los agujeros hechos por la máquina ahora al tener que revisar todos se hace aún más larga. Y de hecho como consecuencia de los trabajos de reparación Boeing sólo entregó 15 MAX en septiembre, el total mensual más bajo en dos años, en comparación, por ejemplo, con los 48 entregados en junio.

No es el primer problema que tiene Boeing con Spirit este año: en abril se supo que la empresa estaba ensamblando mal los estabilizadores verticales de algunos MAX.

Y sí, es cierto que este tipo de problemas se pueden producir –y se han producido– con distintos aviones de distintos fabricantes. Pero los problemas con el MAX llaman mucho más la atención pues ese modelo estuvo veinte meses sin poder volar a causa de un grave fallo de diseño.

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