Por @Wicho — 2 de enero de 2017

Típica cola para comprar lotería en Doña Manolita
Típica cola para comprar lotería en Doña Manolita – CC Barcex

El pasado 22 de diciembre, aprovechando que coincidía con el día del Sorteo de Navidad, estuve hablando de lotería en el espacio que tenemos en Hoy por hoy A Coruña para hablar de ciencia; como esta semana es el sorteo del Niño rescato aquí esa intervención:

O si prefieres la versión escrita:

  • Tanto en el sorteo de Navidad como en el del Niño la probabilidad de que te toque el primer premio es de 1 entre 100.000 si sólo juegas un número; si juegas dos números es de 2 entre 100.000, y así sucesivamente. Jugar más décimos de un número no hace que aumenten tus probabilidades de que te toque, aunque eso sí, cualquier premio que te toque será más sustancioso.
  • No hay números feos ni bonitos –más allá de en los ojos de cada jugador– y todos tienen las mismas probabilidades de ser premiados.
  • Cada sorteo, además, hace tabla rasa de los anteriores, así que no por siempre jugar al mismo número tienes más probabilidades de que te toque (es la falacia del jugador); la chica que en el Telediario de hoy decía que como el Gordo del sorteo de Navidad había caído en 13 había menos probabilidades de que el primer premio de la del Niño caiga en 13 está completamente equivocada. La faena en este caso, de hecho, es si dejas de comprar y entonces toca en ese número al que has dejado de jugar. Por eso es casi mejor jugar un número al azar.
  • Ojo con los titulares que dicen cosas como que en Madrid y Cataluña es dónde más premios caen: también es donde más se juega; pasa un poco lo mismo con Doña Manolita y la Bruja de Oro: hay tanta gente que les compra que es normal que den más premios, pero no porque «repartan suerte».
    Hay que ver si eso se corresponde con donde más se juega por cabeza, que este año en el caso del sorteo de navidad fue en Soria y Lleida, y en el caso de las administraciones de lotería habría que ver cuantos euros en premios han dado por cada euro vendido, por ejemplo.

Todo esto no quita para que puedas comprar con toda la ilusión del mundo y participar en el ambientillo que rodea al sorteo. Además los dos sorteos destinan el 70% de lo recaudado a premios, lo que es el porcentaje más alto en España y probablemente del resto del mundo.

Yo, desde luego, siempre compro un décimo de la del trabajo por si acaso. Hasta lo puedes ver como una inversión para ahorrarte un disgusto, casi como cuando pagas un seguro para tu casa aunque esperas no tener que usarlo nunca.

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