Por @Alvy — 26 de Enero de 2016

[Lo bueno empieza en la marca de tiempo 12:52.]

Andreas Wahl es un físico que con un par ha realizado el famoso experimento de la bala-en-el-agua disparando hacia su cuerpo un rifle de gran calibre sumergido en una piscina. Y tal y como puede verse a cámara superlenta efectivamente el agua detiene las balas porque es mucho más difícil moverse a través de las «densas» moléculas de agua que de las «ligeras» moléculas de aire (unas mil veces).

El mecanismo de la demostración es bastante primitivo: rifle + cuerdecita al gatillo. Lo más impactante es que el atrevido protagonista se sitúa a unos cinco metros del arma y lo más curioso que la bala apenas recorre dos metros antes de caer «rendida». (Por eso y como ya demostraron los Cazadores de mitos sumergirse a 2 o 3 metros si alguien te dispara te proporciona cierta cobertura).

La cara de ¡oh, yeah! en modo «dramatización» que pone el protagonista al final del vídeo se la perdonamos, porque damos por supuesto que habrían hecho antes la prueba para asegurarse de que no iba a salir «perforado» de la piscina.

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