Por Nacho Palou — 21 de Febrero de 2011


A la izquierda el mecanismo quirúrgico articulado similar a una culebra; a la derecha (b) se ven los controladores y mecanismos que lo manejan / Howie Choset. The Robotics Institute, Carnegie Mellon University.

Cardio Arm es el nombre de este inquietante artilugio de unos 30 cm de longitud compuesto por un centenar piezas cilíndricas unidas por juntas esféricas que le otorgan una movilidad –y aspecto– similar al de una serpiente.

El ingenio permite realizar ciertos tipos de intervenciones quirúrgicas en el corazón con una menor actuación en el cuerpo del paciente. El Cardio Arm se introduce a través de una pequeña incisión justo por debajo del esternón –“en lugar de tener que abrir el pecho”– y desde ahí el cirujano lo dirige a la zona que hay que tratar gracias a la cámara situada en el frontal. § Discover / IEEE Spectrum.

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