Por @Alvy — 20 de Noviembre de 2012

Rockwell-Plan

Este artículo se publicó originalmente en Cooking Ideas, un blog de Vodafone donde colaboramos semanalmente con el objetivo de crear historias que «alimenten la mente de ideas».

Si este es el organigrama del plan general, no quiero ni pensar en el Powerpoint.

Esta impresionante maraña de espagueti es un diagrama sobre un plan planteado hace décadas por Rockwell International, una empresa del ámbito de la aeronaútica, la industria espacial, militar y de transportes. Haciendo zoom, zoom, zoom pueden verse todos los detalles, que incluyen una cronología desde 1983 hasta el 2100 de un ambicioso plan para conquistar el espacio y permitir a la humanidad expandirse por el cosmos, por decirlo de alguna forma. Desde luego el grupo de científicos locos que lo dibujó debió «quedarse a gusto», como se suele decir.

El plan arranca con la primera generación de transbordadores espaciales –recordemos que está diseñado en 1983– y prosigue planteando a las pocos años la presencia permanente de humanos en el espacio. Luego viene el proyecto de la Estación Espacial Internacional e incluso hace seguimiento de los cohetes y transbordadores soviéticos.

A partir de mediados de los 90 la cosa comienza a derivar un poco respecto a lo que sucedió en realidad: nuevos sistemas de propulsión que no han llegado a ser prácticos, una actividad comercial masiva de la Estación Espacial Internacional (que no se ha dado) y puestos de avanzada en la Luna, al estilo Moon. También se imaginaba una base internacional en nuestro satélite e incluso entre 2010 y 2030 la colonización de Marte y sus lunas, junto con la utilización de asteroides para la minería.

El resto es directamente de película de ciencia ficción: según el plan de Rockwell a partir de 2030 ya estaríamos conquistando el resto del sistema solar, incluyendo Venus, incluyendo procesos de terraformación (adaptar la atmósfera de otros planetas para que sea respirable), la colonización masiva de Marte, el viaje interestelar más allá del sistema solar… Y por favor que alguien apague ese PowerPoint.

Si algo se aprende de ver un plan tan ambicioso es que muchas veces lo importante es lo que ni siquiera aparece en ellos.

Por ejemplo, hoy en día sabemos que las sondas robóticas para la exploración espacial –como la Curiosity y los rovers marcianos– hacen práctica y barata la exploración de otros planetas, y desde luego mucho más segura y económica que los viajes en los que hay que transportar astronautas. Que grandes jugadores como la Unión Soviética pueden desaparecer de repente. O que merece la pena examinar con más detalle dificultades casi imposibles de superar como las del viaje interestelar – que pueden tener su origen en las impepinables leyes de la física.

La próxima vez que vea un PowerPoint con un PDM («Plan para Dominar el Mundo») me acordaré de este diagrama. Y recordaré que quizá de la mitad para abajo sean ideas tan exóticas como irrealizables. Ahora me voy: mi nave me espera en el espaciopuerto de Fobos, y estos días ya se sabe que los atascos para llegar a Marte son monumentales.

(Vía MAKE.)

{PD: Sí, el título es un homenaje a Galáctica, estrella de combate, donde los malvados Cylons sí que tenían un verdadero plan.}

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