Por Nacho Palou — 7 de Noviembre de 2017

Lamborghini terzo millennio

La idea de aprovechar partes de la carrocería de un coche para almacenar en ellas electricidad no es nueva: Volvo explora esta posibilidad desde hace algunos años, y más recientemente ha desarrollado modelos que utilizan fibra de madera y baterías de lignina en los paneles de la carrocería.

El coche eléctrico que están desarrollando investigadores del MIT y de Lamborghini se basa en la misma premisa y prescinde por completo de las baterías convencionales. En su lugar el prototipo de Terzo Millennio de Lamborghini hace uso de los nanotubos de carbono para convertir la carrocería del coche en un enorme supercondensador, o ultracondensador. Como las baterías, los condesadores también almacenan electrcidad pero funcionan de una manera diferente, con ventajas y desventajas. En los ultracondensadores y baterías flexibles la energía no se almacena en los electrodos, sino en la superficie de éstos, lo que reduce el tiempo de carga y la capacidad para almacenar potencia por unidad de superficie.

El Fisker EMotion, con 640 km de autonomía y carga de baterías en 9 minutos, hace uso de este tipo de tecnología híbrida entre las baterías y los condensadores, “baterías flexibles de estado sólido” que en lugar de recurrir a los iones de litio emplean condensadores híbridos de grafeno.

Lamborghini terzo millennio 2

Esa flexibilidad es precisamente la que permite que los ultracondensadores puedan adquirir cualquier forma, incluyendo las líneas de la carrocería de un vehículo. Como primera ventaja se menciona la reducción de peso, algo especialmente importante en un deportivo de altas prestaciones.

De momento se trata de un desarrollo en sus primeras fases que, entre otras cosas, tiene que resolver la desventajas implícitas al uso de ultracondensadores: “Los ultracondensadores tienen algunos inconvenientes importantes. No son muy buenos almacenando grandes cantidades de energía a largo plazo. Hoy en día los supercondensadores se utilizan generalmente para aplicaciones que requieren ráfagas rápidas y cortas de energía como, por ejemplo, el encendido de un motor de combustión. Lograr ultracondensadores con una buena capacidad para retener la energía es uno de los mayores desafíos.”

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Fotografía: Lamborghini.

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